miércoles, 15 de abril de 2015

El tebeo de la semana: Violator.

En 1992 el mercado yanqui de cómics se tambaleó con la llegada de la editorial Image, una editorial fundada por los niños mimados de Marvel que estaban encabronados por temas de dinericos. Aquello puso en jaque a las dos grandes empresas y les obligó a jugar con sus mismas reglas. Aquello se transformó en una orgía de portadas holográficas en los cómics, personajes sedientos de sangre, tetas y dibujantes clónicos de Lee y compañía.

Todd Mcfarlane ya era todo un figura por su trabajo en The incredible Hulk, The Amazing Spiderman y Spider-man; pero cuando en Image creó a Spawn el tipo se forró como un marrano. 
Ya en otro posteo hablé de su polémica serie, así que me ahorraré el enrollarme en éste punto. Quién nos interesa hoy es nuestro entrañable demonio Clown/Violator.






Antecedentes:                                                             
La primera aparición de Violator fue en el segundo número de Spawn. En ese episodio le conocimos primero con su forma humana (la de un enano gordo con la cara pintada de azul) en un mugriento callejón contándole a un gato callejero los planes que tiene para con Spawn. Por ello, el tipo se dedica a destripar a matones del capo mafioso Antonio Twistelly (el nombre está inspirado en un jugador de baseball, el cual llevó a juicio a Mcfarlane por utilizar su nombre sin consentimiento) para atraer a Spawn a su trampa.

Una vez frente a frente, Clown explica a su enemigo que ambos trabajan para Malebolgia, el demonio encargado del octavo círculo del infierno, y que su misión desde hace centenios es guiar a los Spawn a dejarse llevar por sus instintos asesinos y que así alcancen todo su potencial. 





Secretamente Violator detesta que Malebolgia elija a humanos para ser Hellspawns y quiere boicotear a Simmons con la esperanza de que su amo termine por eligir solamente a auténticos demonios nacidos en el Infierno para capitanear a las tropas en el Armagedón que se aproxima
De todos modos, el enfrentamiento entre ambos -que culmina en el nº 3) deja en muy mal lugar a Violator. Malebolgia considera que ha fallado en su misión; además, el hecho de haber matado a tantos mafiosos no le ha gustado. Como castigo despoja a su sirviente de su poder infernal y le deja en la Tierra atrapado en su forma humana.


Sinopsis:
La miniserie comienza con Clown a punto de ser ejecutado a la manera típica mafiosa (tirándolo de un muelle con un bloque de cemento).

El capo mafioso Antonio Twistelli, quiere venganza por sus empleados muertos (como se vió en Spawn nº 2) .
Aún estando en su forma humana, Violator consigue escapar matando a los mafiosos de paso y haciendo un nuevo amigo (la cabeza del matón que se le queda atascada en su antebrazo).

Tony, que había dejado el muelle antes de que Violator se cepillara a sus chicos, se cabrea cuando se entera y decide poner toda la carne en el asador contratando a un mercenario llamado el Admonisher. Un tiparraco con tan pocas luces como tantas ganas de matar a gente.

Mientras, en el octavo círculo del infierno, los cuatro hermanos de Violator: Vindicator, Vacillator, Vaporizer, y Vandalizer están viendo con un conjuro los problemas que tiene su defenestrado hermano. Las acciones de Violator les ha traído la desgracia, y lo último que faltaría para terminar siendo el hazmerreír entre los suyos, sería que un humano acabase con Violator. Así que deciden ir a la Tierra para acabar con su hermano antes de que el Admonisher lo haga y así ,con algo de suerte,  podrán restaurar el "honor" familiar.

Ahora Violator además de lidiar con el Admonisher tendrá que hacer frente a sus cuatro hermanos que pretenden acabar con su vida. Su única salida es recuperar su poder infernal y poder hacer frente al marrón en el que está metido con su auténtica identidad.




Opinión:
En ésta miniserie, guionizada por el gran Alan Moore, asistimos a un festival de humor negro, chistes malos y gore a patadas.
Y aunque brilla por su ausencia el poso social y filosófico que plagan casi todas sus obras tales como Miracleman, From Hell, V de Vendetta, la Cosa del pantano o Watchmen, da la sensación de que el brujo británico se lo pasa en grande haciendo gamberradas en todas sus páginas:
-Violator y sus diálogos con la cabeza del matón que se le queda incrustada en el antebrazo.
-El Admonisher y el gag con los hombres de Tony Twist y sus deseos de matar a Roosevelt.
-Los cuatro hermanos de Violator que parecen una versión de los hermanos Marx infernales.
-En general casi todas las bromas de mal gusto que plagan toda la serie limitada.







Está claro que es una tontada de historia y que no destaca entre las grandes obras de Moore; pero precisamente su actitud desenfadada y gamberra, parecida al Masacre de Joe Kelly, hace de ésta miniserie una cosica agradable para echar el rato.


Por otro lado tenemos el dibujo de Bart Sears. No es de mis favoritos, pero reconozco que aquí hace un trabajo muy notable y se adapta bien al estilo gore de la historia y no me imagino otros lápices que encajen en ésta miniserie como los suyos (bueno, Greg Capullo hubiera sido la ostia, pero ya estaba el tío metido en la serie madre).

Por cierto, nuestro amigo el Admonisher visualmente tiene un más que sospechoso parecido al protagonista del videojuego Duke Nukem.
En cuanto a Violator, dicen por ahi que Macfarlane se inspiró en el asesino en serie John Wayne Gacy, apodado el payaso Pogo, para crear al alter/ego de Violator.
El Clown es un verdadero sádico, degenerado y sanguinario hijo de puta; pero con su verdadera forma demoníaca de más de tres metros, delgada de ojos rojos insectoides, con su gran bocaza llena de colmillos y su característico cuerno de la espalda; su mala ruindad e hijoputismo se multiplica.




En fín, lectura para pasar el rato; recomendable e interesante para seguidores de Spawn, que aunque no afecta a la serie principal en nada (creo que Spawn comenta algo en algún número posterior al respecto de lo que le hace Violator aquí), sólo sirve para saber los orígenes de Violator y sus hermanos y resolver la papeleta con la pérdida del poder infernal de éste.
Un saludo, majos.