martes, 9 de julio de 2013

Sign of the times

Y pensar que a los 15 el corazón de la portada me parecía una mariconada.
Después de una carrera musical de más de 35 años, más de 1000 canciones compuestas como Prince, con seudónimos como el símbolo, Joey Coco, Jamie Starr, Tora Tora ó Alexander Nevermind. Sus proyectos paralelos con grupos satélite como Madhouse, The Time, Vanity 6, The Family o The New Power Generation. Sus colaboraciones con sus protegidas o amiguetes como The Bangles, Margie Cox, Mavis Staples, George Clinton, No doubt, Chuck D. Ani Difranco, Maceo Parker, Martika, Larry Graham, Vanessa Mae. Unos 40 discos de estudio y una infinidad de bootlegs de sus conciertos y de muchas canciones chorizadas de su famosa bóveda en Paisley park .
Pues a pesar de todo ello y del nivelazo demostrado durante éstas décadas, jamás podrá superar el cénit creativo que alcanzó su carrera musical con éste doble álbum de 1987.
                                                                                                       




Antecedentes:
Prince ya estaba de vuelta del éxito arrollador de Purple Rain. De hecho acababa de darse una buena ostia con una peliculilla en blanco y negro que dirigió y protagonizó en 1986: Under the Cherry Moon.
Podría hacer mucha sangre de la cosa película esa, pero no lo haré por el cojonudo disco (Parade) que tenía el engendro ése como banda sonora. En ella Prince interpreta a un puto prostituto que se enamora de una rica heredera al que finalmente matan para regocijo de la audiencia (una ocasión perfecta para hacer sonar la sobrecogedora Sometimes it snows in April).
Ni que decir tiene que por mucho que se parezca a Cantinflas él tiene de actor lo que yo tengo de votante del PP.

Por aquel entonces la mente del de Minneapolis estaba en estado de gracia y no paraba de componer y grabar en su estudio/mansión y tenía en mente publicar, publicar y publicar discos.
Pero tras el fiasco de Under the cherry moon la "malvada" Warner Bros le cortó las alas con varios proyectos que tenía en mente como Crystal Ball, Dream Factory y Camille.

Prince no tuvo más remedio que fusionar esos tres proyectos en un disco doble dejando temazos fuera como Witness for the prosecution, Train, Crystal Ball, All my dreams o Rebirth of the flesh entre otros muchos que poco a poco hemos podido disfrutar en plan pirata (aunque con sonido chusquero algunas de ellas).



Opinión:
Llamadme purista, pero para mi gusto hay que descubrir éste disco en vinilo con sus letras bien grandes en negro y melocotón (bueno y si me pongo tiquismiquis, teniendo en cuenta su contexto temporal). Nada de mp3, flac o su puta madre mientras haces otras cosas. En todo caso el cd también vale, aunque el artwork no es ni la mitad de bueno que la del vinilo y se escucha muy bajito todo.

Compré el disco éste en 1990 más o menos por la canción U got the look. La percusión que se escucha en el tema se me metió en la cabeza y Sheila E. con la ropa ajustada dándole a los timbales fue una de mis fantasías onanistas de chaval.

Había oído algo de Prince y como todo lector de cómics tenía la bso de Batman y no me parecía un mal disco ( además, considero Batdance una genialidad al alcance de pocos). Lo que pasa es que su pinta de maricona loca y sus grititos me daban bastante asquete. Y es que de entrada la imagen de un tio cantando en falsette y vestido como una locaza no es muy atrayente que digamos.
Un día aparté mi orgullo heterosexual y mis prejuicios de ignorante, me armé de valor y me compré el vinilo en Radio Elche. Eso sí, esperé a que no hubiera mucha gente en el mostrador que pudiera ver que me compraba un disco de Prince y resignado pagué 4.500 pelas de entonces.
Con el tiempo descubrí que salí ganando por que me llevé toda una puta joya que atesoro en mi colección de vinilos.

Nota mental: Recuerdo que más traumático fue comprar el vinilo de Lovesexy poco tiempo después.

Las dieciseis canciones del álbum permiten a Prince bucear en todos los estilos musicales que le obsesionan: pop, rock, soul y funk combinándolo todo con la jodida cabeza de genio loco que tiene el muy cabrón.

Con la primera canción, Sign of the times, el tipo apunta con los sintetizadores y con su guitarra contra todo lo que iba (y sigue yendo) mal en la sociedad y el mundo (desastres naturales, drogadicciones, bandas callejeras, la carrera espacial, el hambre en el mundo, etc...) para pasar de repente al positivismo ingenuo de Play in the sunshine.
Juguetea con el funky y el rap en Housequake. Cuenta una historia intimista sobre una camarera en The ballad of Dorothy Parker (una de mis favoritas). Canta sin ruborizarse que tiene unas ganas de follar tremendas en It. En la preciosa Starfish and cooffe fantasea sobre el almuerzo que lleva en la mochila una compañera del colegio (con esa batería rarufa y que está reproducida del revés)
Se pone meloso y boquerón en Slow Love. Vuelve a ponerse cerdaco con el funk de Hot thing. Y para acabar el primer vinilo le profesa amor eterno a alguna pava en la magnífica Forever in my life (con esos coros geniales adelantados a la voz principal).

El segundo disco abre camino con U got the look: un dueto con un rollete suyo de entonces llamada Shenna Easton. Le sigue If I was your girlfriend: una maravilla en la que Prince adopta su alterego femenino de Camille para cantar ésta canción a su novia (o ex novia de entonces) Sussannah Melvoin. Continúa con la correcta Strange relationship (lástima no haber usado la versión del Dream Factory) y como colofón de la cara A:  I could never take the place of your man, una canción popera con un interludio instrumental de antología.
.

Seguimos en la brecha con The Cross, impresionante canción dedicada a enaltecer el espíritu y a dar fuerzas a las personas decepcionadas con la vida (Profesor Tuba dixit).
La fiesta sigue con It's gonna be a beautiful night, una jam funkera para darse unos bailoteos; grabada en un concierto en Paris y remezclada cojonudamente en estudio.
Y para el final, el pájaro nos deslumbra con Adore, o la canción de amor que todo el mundo quisiera escribir e interpretar cómo él (la puta canción ésta es sublime, por su instrumentalización, por su letra y por su manera de cantarla).

También se estrenó en cines una película/concierto sobre la gira de ese año. Decir que la película esa es cojonuda es quedarse corto.

Pros:
Todo, absolutamente todo.
Contras:
-La masterización a cd no fue muy allá, se oye flojo y no se aprecian todos los detalles sonoros.
-Le vendría de puta madre una edición 25 aniversario con sonido remasterizado, caras B incluidas, versiones alternativas y extendidas, un libreto con explicaciones de los ingenieros de sonido, amiguetes, músicos y polladas variadas.
-Podía haber dejado fuera It y haber colocado Crystal Ball en la configuración final.


Como bonus enlazo a la actuación de los grammy o lo que sea de ese año con una versión en vivo de Sign of the times y Play in the sunshine impresionantes, sobre todo la primera.

                                                                 Hala. Hasta otra!!!!

2 comentarios:

  1. Muy bueno, me ha encantado tu comentario, eso de reconocer que daba un poco de vergüenza de comprarse un disco de una "maricona". En disco es la polla.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, me ha encantado tu comentario, eso de reconocer que daba un poco de vergüenza de comprarse un disco de una "maricona". En disco es la polla.

    ResponderEliminar