lunes, 30 de junio de 2014

Marvel Fashion week.


 El mundo tebeero no es ajeno a la moda. Durante décadas, innumerables pijameros han lucido sus galas más majestuosas para combatir el crimen y, por qué no, marcar tendecias estilísticas.
Algunos con resultados bastante decentes y otros causando daños oftalmológicos y mentales irreversibles.
He aquí algunos de los más estrafalarios uniformes y personajes que desgraciadamente recuerdo.















La Araña escarlata.
Un hijo de la década de los noventa. Cualquier aficionado a los tebeos sabe que en esa década el mundo del cómic vió nacer lo peor de la industria: ROB! Liefeld, Image, Scott Lobdell, trinchas, bolsillicos, pistolones gigantes y la puta saga del clon.

Con éste último ejemplo, la saga del clon, Marvel intentó con muy poca fortuna sacudir los cimientos de Spiderman como sí hicieron con la Era de Apocalipsis en X men. Pues bien, se les ocurrió una trama en la que hacía su aparición un clon de Peter Parker que, después de pasar años deambulando por el medio oeste de los estados unidos, decidió volver a Manhattan para despedirse de la tía May que estaba en las últimas (por cierto, aquello fue otro meeec de libro).
Para ocultar su identidad, el payo se puso un maillot rojo escarlata bien apretao, unas tobilleras para llevar el tabaco o los preservativos, y para añadir cutrez al conjunto, una sudadera azul sin mangas sacado de un rastro le ayudaba a sembrar de terror las mentes de los criminales. Finalmente, el pobre Ben Reilly murió dejando tras de sí su extraño sentido del gusto y una legión de detractores descorchando champagne.


La mujer invisible.
Un día, Susan Richards se levantó de la cama harta de que nadie se fijara en ella y se dijo: ¡Me cago en la puta! ¡Ya está bien, coño! Como que me llaman la mujer invisible, se van a cagar.
Cogió cuatro harapos, se puso a coser y confeccionó este uniforme que la protegería de los ataques de el Doctor Muerte o el hombre topo y al mismo tiempo, ya que se había quedado sin marido por entonces, pondría como un mulo a Namor cuando se cruzara con él.
Por supuesto esto sucedía en los noventa, la era dorada del cómic americano.
La pajarraca luce un sencillo traje de corte clásico pues conserva las líneas recatadas que tiene el uniforme que llevaban los 4F en los ochenta, pero añadiendo un toque de glamour para zorronear por ahí. Susan es práctica y decide prescindir de tela en el 4 que luce en su pecho para no sentirse oprimida.
La ausencia de mangas y de perneras está solventado inteligentemente por unos guantes y medias blancas que le cubren hasta un poco más arriba de las rodillas y los codos, los cuales le sirven para protegerse de las inclemencias del tiempo y de las descargas energéticas de Psicoman.
El conjunto necesita más transpiración, así que Susan se deja el ombligo al aire para que no se le forme pelusilla por tenerlo tapado bajo capas y capas de tela.
La cosa se remata con unas necesarias tiras en los muslos y en los bíceps para hacerse torniquetes si sangra demasiado en un combate.
Sinceramente, a título personal, no me desagrada demasiado éste uniforme. Quizás demasiada tela para mi gusto. ;P




El Capitán América.
Otro que no podía faltar a su cita con las modas. Si ya de por sí su uniforme habitual es horrendo, imaginaos al pobre Steve inmerso en los locos años 90.
El primer modelico que nos presenta Rogers consta de su peculiar uniforme estrellao pero con unos añadidos muy noventeros.
La hombreras con motivos de barras americanas aportan elegancia y confort en su lucha por la libertad. Seguramente no sirvan para nada cuando tenga que enfrentarse al barón Zemo, pero la clase y la elegancia están garantizados.
Por otra parte, las trinchas color marrón diarréico que cruzan su pecho sirven para poder incorporar unas útiles cartucheras al más puro estilo ROB! en las que llevar cosas útiles, como las llaves de casa, la cartera o el almuerzo por si acaba perdido en la dimensión Z. Finalizamos con más trinchas en los muslos que terminan por darle un aire renovado al nonagenario soldado; y como no, si el supersoldado americano por excelencia no lleva una pistola para remarcar su derecho constitucional a portar armas de fuego estaríamos ante un fail de proporciones titánicas.

Nota mental: en esa viñeta parece que esté en pose de decir: ¿Que mierda estoy haciendo con mi vida?

Por último, tiempo después, nuestro abanderado favorito, dispuesto a dejar de lado su imagen poligonera, y tras darse un maratón de "A todo gas", decidió dar rienda suelta a sus sueños más canis tuneándose a lo grande con una super armadura tó guapa para molar aún más, mucho más.
Si en su versión anterior las hombreras eran uno de sus principales aciertos, esta vez la idea es llevada al extremo ya que podrían servirle bien para rallar queso parmesano, para abrir latas de habichuelas, de alerones o si se da el caso, para sacarle algún ojo a cualquier villano que le toque las pelotas. Añadimos a la moloarmadura unas botacas con jets incorporados y al casco integral le colocamos unas alitas de alta tecnología que le sirvan para pillar el wifi de los vecinos y descargarse pelis del series yonkis mientras lucha contra el terror. ¿Éste tipo es el Capitán América? Nooooo. Error. A partir de ahora es el Capitán Partoelbacalao.








El hombre maravilla.
 Hay una norma básica no escrita que dice que el verde y el rojo no quedan muy bien si se combinan. Mentira. Aquí tenemos al bueno de Simón Williams para desmentir tal falacia.
Por sus cojones que el verde y el rojo molan más juntos; sobre todo si el traje se nos ajusta ahí marcando todo. La líneas rojas, aunque parezcan no tener su fuste lo tienen. Su nombre original es Wonder Man, osea; una uve doble que cruza su fornido pecho y justo por debajo, otra que forma una eme que roza los vértices de la uve doble. Finalmente, un rombo amarillo en la unión de las franjas rojas hace referencia a su robótico "hermano" Visión. ¿Genial, verdad?

Ah, y para rematar tiene una mochila jet a la espalda para surcar los cielos californianos y mostrar al mundo su buen gusto y su sexy figura.









Thor.
Ni siquiera los dioses se escapan de las tendencias de la moda. Y es que por muy inmortal que sea y muy seriote, Thor Odinson también tiene su lado guarrindongo y filogay.
Por supuesto habréis adivinado que este look es de los 90 (esa era facil).

Nuestro colega apuesta también por las hombreras sobre un top color negro azulado de manga corta, que cubre parte de la cara pero que deja al descubierto las abdominales asgardianas de el hijo de Odín. Añadimos unas trinchas inservibles (le faltan cartucheras,joder) cruzando su pecho y usamos un taparrabos a juego con lo demás.
Para proteger sus piernas, Thor opta por más maillot de lycra azul oscuro y para sus antebrazos el mismo material y así estar más divino todavía.Como el resultado queda un poco gay, unas cuantas tiras de cuero en brazos y piernas aportan un pequeño componente chulesco; como eso de olvidar el pasado está un poco feo, Thor se deja la capa roja para que ondee al son del viento. Y para rematar el conjunto tuneamos el martillo con una cadenaca para molar aún más y hacerle más viril; ya que su melena al viento (y todo lo otro) podría traerle problemillas (o no) si le da por ir al pub Grizzly de Alicante.

En fín, hasta aquí lo dejo por hoy.
Saludos, humanos.

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