
En la última página del
número anterior Claremont nos había deleitado con un
tuerceculos tramposos de esos que tanto le molan.
Con el título de
Fénix oscura, el número
135 empieza donde quedó el final del anterior: con el jet del grupo
estallando. Por supuesto, la
Patrulla X sobrevive a la explosión, pero se
precipitan al vacío. Mientras
Tormenta recoge en el aire a
Lobezno y a
Cíclope,
Coloso adopta su forma blindada para sobrevivir a la caída y
Rondador usa su poder de teleportación con el mismo propósito.
Una vez en tierra,
Cíclope trata de hacer entrar en razón a
Fénix oscura; pero a
Fénix se la suda y ataca al grupo. La lucha es ridículamente desigual y la patrulla son incapaces de hacer frente a su compañera. Tras
derrotar al grupo,
Fénix parte rumbo a las estrellas dejándolos ahí tiraos como si fueran colillas (como cuando el típico guarro cabrón vacía el cenicero del coche en la calle).
Cerca de allí, el
efecto Fénix no pasa desapercibido para los neoyorkinos. Entre los testigos, varios héroes como
los 4 fantásticos,
Spiderman, Doctor Extraño o Estela plateada presienten
asustados el poder bruto que emana del pajarraco de fuego
. Sebastián Shaw y su coleguita, el senador
Robert Kelly, presionan a la policía para que sigan buscando a los mutantes mientras asisten al traslado en ambulancia de
Harry Leland, son también testigos del evento.
Este interludio sirve a Claremont para introducir al senador Robert Kelly. Un político que será la cara visible del odio y el miedo de los humanos hacia los mutantes y que además será vital en la siguiente saga legendaria de la Patrulla X: "Días del futuro pasado" de la que tantos futuros alternativos han derivado (como el de Bishop, el de Rachel Summers o el de Cable). Al mismo tiempo, Shaw, pide a su amigo ayuda gubernamental para poner en marcha a los Centinelas.
Como curiosidad, la portada de éste número rinde homenaje a The X men #56 de Neal Adams.
Al mismo tiempo la
Bestia, que sobrevuela la zona con el
quinjet de los
Vengadores; localiza a la
Patrulla X gracias a que también ve al Fénix escapando hacia el cielo desde
Central Park. Tras ayudarles a recuperarse de la paliza que le has dado
Fénix y ponerse al día sobre el marronazo, parten hacia
Westchester.
Por otro lado, en el hogar del
Ángel en
Colorado, el profesor
Xavier ha sentido el descontrolado poder de
Jean y decide
volver a Nueva York con
Warren.
Una vez fuera de la
Tierra,
Fénix oscura se limita a
vagar por la galaxia donde pertenece y poco después siente la necesidad de alimentarse. Una estrella llamada
D'bari y próxima a un planeta con vida inteligente, sirve de festín para el
Fénix. Como consecuencia de ello; cinco mil millones de seres mueren en la explosión resultante de dicha estrella.
John Byrne se repasa el número 4 de The Avengers. En ese episodio aparece un alienígena que se enfrenta al grupo. John toma como referencia al bicho ese para crear a la raza esa de "hombres espárrago" (como les denomina Byrne) que extermina Fénix.
Cerca de allí, un crucero de ataque
Shi'ar ha sido también
testigo del suceso y ataca a
Fénix. Su armamento no es suficiente para abatir a
Jean y el capitán de la nave, sabiendo lo cercano de su fín se pone en contacto con la emperatriz
Shi'ar advirtiéndola del ataque.
Lilandra reconoce el gigantesco pájaro de fuego a través de la pantalla de comunicación de la nave. Cuando el gigantesco
Fénix se abalanza contra el crucero; la comunicación se corta para siempre.
Lilandra nunca hubiera imaginado que
Jean se volviera una asesina y más habiendo sido testigo de como salvó al universo.
De vuelta a la
Tierra, los miembros de la
Patrulla X hablan en la cocina de la mansión sobre los sucesos acontecidos y en si podrán detener a su compañera.
Cíclope, que había estado ausente desde que llegaron a la escuela, se revuelve de repente y anuncia a sus compañeros que se ha restablecido su enlace mental con
Jean y que gracias a ello sabe que
Fénix viene de regreso a la
Tierra.

El número
136 titulado
Hija de la luz y de la oscuridad comienza con
Fénix oscura regresando a la
Tierra de su juergueo espacial. Mientras tanto, una reunión en la galaxia
Shi'ar evalua los últimos acontecimientos. Diversas especies inteligentes del Imperio, consejeros y ministros se sienten amenazados por la existencia de un ser tan poderoso como
Galactus. Ante la incertidumbre de las intenciones de
Fénix, la emperatriz
Lilandra se ve obligada a decretar su exterminación.
Como curiosidad, Byrne homenajea con la portada un viejo número de la serie de Lois Lane de la competencia.
A partir de ese homenaje, multitud de autores y series han utilizado la icónica imagen de alguien sosteniendo en brazos a otro en primer término. Desde crisis en tierras infinitas, Batman, Legión de superhéroes de DC, pasando por Conan, ésta misma serie varias veces,
y hasta el inefable ROB! han realizado su propia versión.
En la
Tierra las cosas están igual de calientes; el presidente de los estados unidos ha sido alertado de la amenaza y pide la intervención de Los
Vengadores. Por otro lado, en
Westchester, La
Patrulla X se entrena en la sala de peligro para enfrentarse a
Fénix y en otra parte de la mansión La
Bestia termina un
"disruptor mnemónico básico". El aparatejo ese con forma de tiara, impedirá a
Jean usar su telepatía y su telekinesis una vez colocado en su cabeza.
Fénix llega a la
Tierra; concretamente a la población de
New York dónde
residen sus padres.
Jean parece haber recuperado un poco de su humanidad y se siente atraída allí.
Sus padres y hermana alarmados por el ruido en el salón bajan y descubren a
Jean allí. Tras
abrazarla y hablar con ella notan que algo ha cambiado en ella y es entonces cuando
Fénix lee sus mentes y nota el miedo que sienten hacia ella.
Eso provoca que su parte oscura tome de nuevo el control y les amenace con hacerles lo mismo que a una planta que
cristaliza con un gesto de su mano.
El padre de
Jean la repudia duramente provocando su ira; pero una niebla fuera de la casa llama su atención y sale afuera.
Rondador sorprende a
Fénix teleportándose y le
encasqueta la tiara en la cabeza rápidamente.
A pesar del dolor que le provoca el disruptor,
Fénix se
revuelve contra
Rondador quitándoselo de encima. El siguiente en entrar en acción es
Coloso, pero no puede rivalizar con su compañera. De todas maneras, él no está solo y el resto del grupo se congrega para combatirla.
Tormenta es la siguiente en intentarlo sin éxito y tras la intervención de la
Bestia y
Lobezno, tan infructusos como los de
Tormenta y
Rondador,
Fénix oscura destroza la tiara y les apresa a todos.
Cíclope aparece desde el bosque cercano intentando hacerla entrar en razón hablando sobre lo mucho que la ama y ñoñerías semejantes.
Parece surtir efecto en ella, pues la personalidad de
Jean emerge de entre el odio y la ira de
Fénix oscura pero es atacada por un rayo psíquico por el profesor
Xavier que echa a perder la oportunidad de
Cíclope.
Fénix aparta con un rayo telekinético a
Cíclope y se vuelve hacia su mentor.
Xavier, a pesar de ser
derribado de su silla, se mantiene firme ante ella. Poco a poco,
Fénix empieza a
desplegar todos sus poderes ante
Xavier y se enfrentan psíquicamente. El duelo es terrible, pero
Xavier, ayudado por la parte de
Jean que no ha sucumbido ante
Fénix oscura consigue derrotarla.
Un gran estallido de energía sacude el lugar donde está
Fénix y tras aclararse los restos de energía de la conflagración, una desnuda
Jean Grey se encuentra en suelo agotada.
Cíclope se acerca para arroparla y ver como se encuentra.
La muchacha está perfectamente, el
Fénix ha sido derrotado y pronto sus compañeros y sus padres se reúnen junto a ella. Todo ha acabado, pero un destello de luz envuelve a La
Patrulla X e instantaneamente desaparecen dejando a los padres de
Jean y a su hermana preguntándose que ha sido del grupo.

El número
137 llamado
"El destino de Fénix" comienza instantes después de que la
Patrulla X se viera envuelta en el haz de luz.
El grupo ha sido teleportado a una nave
Shi'ar. Allí en presencia de la guardia imperial, la emperatriz
Lilandra, informa al grupo de que
Fénix debe ser destruida por el asesinato de 5.000 millones de seres.
El shock de conocer el genocidio perpetrado por
Fénix sorprende tanto a
Jean como a sus compañeros. A pesar de ello, intentan convencer a
Lilandra de que la amenaza de
Fénix ha sido derrotada y que
Jean ya está curada. Aunque los argumentos esgrimidos por los mutantes parecen ser ciertos,
Lilandra no puede arriesgarse y permanece inalterable en su decisión.
Xavier entonces, familiarizado con las costumbres de los
Shi'ar, invoca una ley que permite al acusado derecho a un
juicio por combate. La emperatriz acepta el desafío: Los estudiantes de
Xavier lucharán contra la guardia imperial en la zona azul de la
Luna, un lugar del satélite de la
Tierra provisto de una atmósfera respirable .
Tras ultimar los detalles del juicio, la
Patrulla X se retira a descansar sabiendo que el destino de
Jean se decidirá al amanecer.
Claremont repasa durante varias páginas los pensamientos de cada uno de los miembros del grupo de manera muy acertada. Destacan sobre todo los miedos de algunos con respecto a si de verdad Jean está curada, si debe ser castigada de alguna forma y si el profesor ha actuado bien aceptando el desafío sin consultarles a ellos antes.
Horas después, el duelo comienza en la Luna. La
Patrulla X con
Cíclope, Jean, Tormenta, Coloso, Lobezno,
Bestia y
Ángel se enfrentan a la
Guardia imperial:
Gladiador, Demoledor, Estrella de guerra, Oráculo, Rayo estelar, Pulsar, Madre noche, Duende y Húsar.
La táctica de
Cíclope de dividirse en subgrupos no resulta demasiado efectiva ya que poco a poco, los hombres x caen derrotados y sólo
Cíclope y
Jean se mantienen en pie. Finalmente, la pareja decide hacer frente a la guardia imperial a solas aún sabiendo que las opciones de victoria son mínimas. Pero, de repente, durante el último embate,
Jean se transforma en
Fénix oscura de nuevo dejando el polvoriento suelo lunar sazonado de imperiales caídos.
Cíclope intenta hacer entrar en razón a su querida
Jean y ésta, aún manteniendo su cordura a duras penas
escapa al interior de una gruta olvidada. Allí, ella activa con sus poderes un arma abandonada por la raza que creó la zona azul y a pesar de las reticencias de el llorica de
Cíclope acciona el arma.
Jean se despide de
Scott, suplicando que la perdone por hacer eso, pero ella siente su humanidad perderse cada vez más y teme hacer daño de nuevo a todos. El arma abre fuego contra ella al tiempo que grita con todas sus fuerzas:
¡¡Scott!!
Cíclope se arrodilla ante las cenizas de
Jean llorando como un pringao y preguntándose por que ha tomado esa drástica decisión.
En éste número tenemos al Vigilante abriendo y cerrando el episodio remarcando la importancia de lo que va a ocurrir. Uatu, El Vigilante, es un ser cósmico de vida eterna. Su raza tiene el cometido de observar y no intervenir en los eventos más relevantes del Universo, aunque a veces ha ayudado indirectamente cuando ha visto la cosa muy chunga (como cuando llegó Galactus a la Tierra). Él es el encargado de registrar lo que ocurre en nuestro sector galáctico y eligió la Luna como su hogar para observar con mayor precisión a la humanidad ya que cree en la importancia de ésta raza en el futuro de la galaxia.
Fénix, La historia jamás contada.
Éste cómic no entra en continuidad. Es la versión que
Chris Claremont había pensado en un principio antes de que la ira de el editor en jefe,
Jim Shotter, echara por tierra la idea. Todo el cómic es igual que el
137 hasta que solo quedan
Jean y
Scott frente a la guardia Imperial...
"Jean y Cíclope son derrotados por la guardia imperial al igual que el resto de sus compañeros y el duelo termina con el fracaso absoluto de la Patrulla X.
Jean es condenada a sufrir una operación quirúrgica con un aparato Shi'ar. Esa operación es similar a una lobotomía y provoca que algunos miembros del grupo cuestionen a Xavier por dejar que los Shi'ar hagan algo semejante.
A pesar de las objeciones, la operación se lleva a cabo y deja a Jean incapaz de usar sus poderes y con un evidente retraso mental. Tras el dramático desenlace, el grupo volvía a la Tierra."
A Claremont y a Byrne les costó lo suyo decantarse por el final. Por un lado pensaron en separar físicamente a Jean Grey de Fénix oscura y convertirlas en dos personajes distintos. Fénix "moriría" pero con el tiempo la recuperarían como villana recurrente. Finalmente se decantaron por la versión arriba descrita.
Pero ocurrió que cuando el editor Jim Shotter leyó el número 137 original y no le gustó mucho que digamos. El cómic aún no había salido a imprenta y Shotter llamó a Chris enfadado.
Según su visión no podía consentir que "una zorra que había cometido genocidio se librara impunemente de algo así". Tenía que pagar. Para Claremont, la solución lobotomizadora era más que suficiente, e incluso peor que la muerte. Además, alega que aún no ha terminado con la aventura; con tiempo y a la altura del 150 todas las piezas encajarán como un puzzle. A Shooter le da igual. Quiere a Fénix muerta y no se va a conformar con otra cosa. Claremont se encabrona y proyecta su ira hacia Jim Salicrup, el editor. Chris le contó sus planes; le tuvo informado de todo y éste le dió el visto bueno a la historia. El tontaco de Salicrup se escuda en que edita ocho series a la vez, que tenía mucho trabajo y que no creyó necesario consultarlo con Shooter pero de ahí no pasa la cosa. Shooter se disculpa ante Claremont, enmarrona a Salicrup pero su decisión es inamovible.
Claremont ve la batalla perdida y acata la orden, pero le pide a Shooter que hable con Byrne él mismo. Faltan dos semanas para ir a imprenta y no tiene ganas de movidas con el dibujante. Byrne recibe la noticia como una patada en los huevos, y tras muchos gritos y discusiones John se traga la orden de Shooter.
Se consigue salvar la mitad del número 137, con lo que hay que rehacer unas doce páginas. También el número 138, que estaba casi terminado, resulta perjudicado, pues estaba centrado en Scott y Jean y, aunque está plagado de flashbacks repasando la historia de La Patrulla X que podrían aprovechar, también es un problema añadido.
Claremont, junto a la nueva editora Louise Simonson, se ponen a trabajar rápidamente en el final de Fénix e intentan dejar una puerta abierta para su regreso; se supone que su idea era que el arma lo que haría era transportarla a otra parte del universo. Pero cuando el guionista vió la viñeta final dibujada por Byrne (que fue presionado por Shooter) con el arma desintegrando a Fénix y sus cenizas esparcidas en la Luna, acabó con esa idea.
El sistema de trabajo de
Claremont era a largo plazo y el tipo tenía pensado por donde continuar, al menos durante un par de años. Sus planes pasaban por hacer que
Scott y
Jean dejaran el grupo a partir del número
138. El siguiente paso era restaurar a
Jean poco a poco, como una niña que vuelve a andar.
Si en esa versión de la saga de
Fénix oscura,
Jean se convertía en una víctima (al ser lobotomizada),
Claremont, la transformaría en alguien a tener en cuenta. Ella sería la clave en la derrota de
Magneto para la saga que planea en el número
150. Después de ser tentada con restaurar sus poderes por el amo del magnetismo si se unía a su causa, ella se negaría. Así
Jean dejaría atrás la larga sombra del
Fénix y en cierta manera, encontraría el perdón a sus pasados crímenes.
Después pensaba casar a
Scott y a
Jean, e incluso tenía pensado que tuvieran una hija a la que llamarían
Rachel.
Todos esos planes se fueron a la mierda, pero haciendo ligeros cambios
Claremont usó lo que tenía en mente: En los números
142,143, conocimos de refilón en el futuro alternativo de "
Dias del futuro Pasado" a
Rachel. Una telépata responsable de que la mente de la
Kitty Pryde adulta viaje hasta el cuerpo de la
Kitty Pryde del pasado.
Más adelante, en
Uncanny X men nº184 Claremont trajo a nuestro presente a
Rachel. En ese futuro alternativo
Jean grey no murió y
Cíclope y ella se casaron teniendo a
Rachel al poco tiempo
.
Aún teniendo en danza a
Rachel Summers como nueva
Fénix en ésta línea temporal, la historia parecía cerrada y más o menos solucionada. Pero en
1986, al guionista
Bob Layton le encargan una nueva serie que reuniese a la
Patrulla X original.
Para conseguir que
Cíclope, Ángel, la
Bestia y el
hombre de hielo volviesen a reunirse no necesitarían estrujarse mucho la cabeza, pero el quinto miembro,
Jean Grey, había muerto hacía seis años. Y como
Marvel está plagada de flipaos y la pasta es la pasta se buscó una alternativa para solucionar algo tan tonto como la muerte de un personaje.
Con la ayuda de
John Byrne, al cargo del guión y el dibujo de
Los 4 fantásticos en aquel momento, y sin consultar a
Chris Claremont, gestaron la resurrección de
Jean Grey en un preludio a la serie de
Factor X en dos números de
Los Vengadores y
Los 4 fantásticos.
En esos números explicaron la estrambótica historia de que
Fénix y Jean grey eran dos seres distintos.
Fénix había usurpado el lugar de la auténtica
Jean Grey cuando ella
pilotaba el transbordador hacia la Tierra en
Uncanny X men # 100. Mientras
Fénix vivía la vida de
Jean con la
Patrulla X, la verdadera
Jean Grey estaba en el fondo del río donde se estrelló el trasbordador dentro de un capullo que sanaba su cuerpo de las radiaciones espaciales que tuvo que soportar en la reentrada a la
Tierra.
Eso, unido a la picaresca de
Claremont al introducir antes en la vida de
Cíclope a
Madelyne Pryor (una doble exacta de
Jean Grey) en
Uncanny X men #168 hizo de todo un puto culebrón que fue liándose más y más con los años.
Por último en el Prestigio La muerte de Fénix, editado en España por cómics fórum en 1992 hay una transcripción de once páginas de una conversación entre Jim Salicrup, John Byrne, Louise Simonson, Jim Shooter y Chris Claremont que despeja todas las dudas al respecto de ésta historia que es canela fina. Aunque se nota a la legua que al realizarse años después de los hechos (1984) todos los implicados están más comedidos y de buen rollito entre ellos.
continuará....