viernes, 25 de enero de 2019

Prince & The New Power Generation. Love Symbol (1992)

Tras el éxito comercial de "Diamonds and pearls" Prince vuelve con su siguiente doble disco titulado con un extraño símbolo mezcla del masculino y el femenino y que adelanta su cambio de nombre.

El álbum publicado en octubre de 1992 viene a ser una especie de segunda parte de diamonds and pearls pero mucho mejor equilibrado (y con un Tony Mierda al que solo se le escucha en un par de temas). 
Una de las novedades de 'Love symbol' es la incorporación de 'segues' entre algunas canciones con Kirstey Alley (Cheers) que interpreta a una periodista que entrevista a Prince.
La otra novedad es la incorporación de Mayte García (futura mujer de Prince) al grupo en detrimendo de Rosie Gaynes y la inclusión de una historia que hace de hilo conductor del disco que trata sobre una princesa egipcia (Mayte García) cuyo padre es asesinado por siete tíos trajeaos (parecen ejecutivos). Ésta huye a Minneapolis para pedir ayuda a Prince. La historia es una chorrada del quince, pero bueno, tampoco molesta mucho. 
Cabe destacar que esta historia se desarrolla en una película casera (3 chains o'gold) que Warner editó acompañando al disco.

Love symbol continúa la senda marcada por "Diamonds and pearls" con mucho mejor acierto a pesar de algunas petardadas herederas de la influencia del rap ("Arrogance" y "The Flow"). Esta vez el disco tiene joyas indiscutibles como "Sexy mf.", "The morning papers" o "7"; canciones cercanas al rock sinfónico influenciado por Queen como "3 chains o'gold", algún tema intrascendente pero que no molesta como "Love 2 the 9's"; baladas de mucha calidad como "Damn u", "And God created woman" y "Sweet baby"; experimentos technohouse como "I wanna melt with u", un tema pop con influencia reagge muy majo llamado "Blue light"; algo de funkeo marca de la casa en "My name is Prince", "The max", "The Continental" (con Carmen Electra haciendo sus pinitos cantando) y "The sacrifice of Víctor" (con unos enormes The Steeles poniendo coros).

Lo mejor: la gamberrada funky de Sexy mf. The Morning papers, And God created woman, 3 chains o'gold, 7, sweet baby, Damn u, The sacrifice of Víctor.

Lo peor: Arrogance, The flow, My name is Prince....y como no, la presencia en el grupo de Tony Mierda y el otro que solo baila y hace el mongolo.

jueves, 24 de enero de 2019

Prince & The New power generation. Diamonds and pearls.



Después del fiasco de Graffity bridge nuestro colega se pone manos a la obra con un nuevo disco doble estrenando nueva banda. Aunque The New Power Generation ya estaba casi formada en Graffity bridge es en este disco donde Prince la reestructura incorporando algunos miembros más. Los más polémicos para mí son Tony M. como rapero, Damon D. como bailarín y coreando por ahí y Kirk Johnson como dj y a las percusiones.
Justamente estos tres elementos son lo que Prince pensaba que necesitaba su música para estar a la moda de la nueva ola del rap y del hip hop. Ese afán por entrar a ese rollo se nota en algunos cortes del disco haciendo que a día de hoy algunas partes de Diamonds and pearls suenen un poco a rancio, a pesar de ser un disco bastante aprovechable. Mejorable en algunos aspectos si, pero mil veces mejor que Graffity bridge (el cual era fácil de superar) y que apunta en buena dirección.
Diamonds and pearls se publicó en octubre de 1991 con bastante éxito. El disco se abre con misticismo envuelto de ecos árabes con "Thunder" seguido de una cancioncilla llamada "Daddy Pop" algo pesada por duración (y por el puñetero Tony M.) sobre la necesidad de una guía paterna y que se parece sospechosamente al groove del Rock Steady de Aretha Franklyn. 
"Diamonds and pearls" que tiene reminiscencias soul y de la ópera rock nos conduce a la parte más interesante del álbum y que continúa con cortes que navegan entre el blues con tintes pop "Cream", el swing mezclado con el soul muy del rollo de Smokey Robinson en "Strollin" a los ritmos africanos con toques gospel en "Willing and Able" (con el grupo gospel The Steeles poniendo su calidad vocal...y el puto Tony M. molestando con un rap), el funk calentorro en "Gett Off"; un poquito de pop a dúo con Elisa Fiorillo (una de sus protegidas) con sonidos de claxon por medio y con algo de 'doo woop' en "Walk don't walk"; el rap también vuelve con un tema "Jughead" en el que el Tony Mierda se hace más presente aún; la crítica nada velada a la primera guerra de Irak y a la situación económica de las familias obreras norteamericanas en la magnífica "Money don't matter 2 night". Por desgracia el rap vuelve a asomar el morro en "Push" y esta vez con tres rapeos (uno de Rosie Gaynes, otro de Prince y otro del Tony Mierda) para dar paso a la balada calentorra de rigor "Insatiable" que aunque no está mal no llega al nivel de otras anteriores; y acaba con otro tema criticando el papel de los pilotos de combate encargados de soltar las bombas en Irak en un muy buen tema que por desgracia vuelve a contar con otro rap del pesao del Tony Mierda ese en "Live 4 love".
Lo mejor: el solo de guitarra en Gett off, así como su riff de guitarra y flauta. Cream, Money don't matter 2 night, Live 4 love (aunque haya que soportar al inefable Tony M.), Willing and able (aunque también haya un rap del Tony Mierda), Strollin, Thunder, Diamonds and pearls.
Los remixes de Gett Off que aunque no son del disco molan bastante.
Lo peor: Tony M. y sus rapeos que desgracian todas las canciones donde se le oye.
Por culpa de querer sonar a moderno y estar a la última con el rap el disco ha quedado algo desfasado.
Jughead, Push, Daddy pop.

miércoles, 23 de enero de 2019

Prince. Graffity bridge (1990)


Tras estar involucrado en Batman a Prince se le calienta el morro con el tema del cine y se pone tras las cámaras para rodar su tercera película: una secuela de "Purple Rain" llamada "Graffity Bridge".

En ella Prince volvía a ponerse bajo la piel de 'The Kid' y contaba el enfrentamiento entre The Kid y sus amigos contra Morris Day y The Time por el control de los clubs nocturnos de la ciudad y por el amor de una chavala que luego resulta ser un ángel o no sé que mierdas.

Under the cherry moon era mala, pero esta es directamente infame; y lo peor de todo es que mientras la anterior tenía una joya de disco para respaldarla Graffity Bridge tiene un disco mediocre como banda sonora.

Graffity bridge es un disco doble con 17 canciones publicado en agosto de 1990 y su mayor problema es la presencia de los amigos, protegidos y coleguitas a los que Prince con su sello Paisley Park les estaba produciendo discos o componiendo canciones. El mezclijo de gente hace del disco un batiburrillo horroroso.

Por un lado tenemos a The Time con "Release it", "The latest fashion", "Shake" (la única que se salva) y "Love machine"; que aunque están compuestas por Prince son bastante pobres salvando algunos detalles de producción, algún ritmillo por ahí y poco más.
Por el otro a un chavalillo llamado Tevin Campbell (sobrino de Quincy Jones) con "Round and round"; un tema muy mierdoso.

Quizá los casos de Mavis Staples con "Melody cool" y George Clinton con el dueto con Prince en "We can funk" sean los más salvables.

Finalmente el resto de canciones de Prince, son el caso más doloroso con la inclusión de temas cutres como "Graffity bridge" y "Tick, tick bang"; otros que no están mal pero que no son nada del otro mundo como "Can't stop this feeling I got", "New power generation" (que adelanta el nombre de su próxima banda).
Otros tres como "Elephants and flowers", "Still would, stand all time" y "Thieves in the temple" que no molestan y tienen su aquel, y tres joyazas que merecerían no estar incluídas en este pedazo de mierda de disco como "The Question of U", el mencionado dueto con George Clinton "We can funk" y "Joy in repetition" pero que no son suficientes para salvar el "frankenstein" este totalmente olvidable.

Lo mejor: "We can funk", "The question of u", "Joy in repetition", "Elephants and flowers" y "Still would stand all time" y en menor medida "Thieves in the temple" y "Melody cool".
Lo peor: toooodo lo demás a pesar de que hay algún detalle rítmico y de producción molón en algunos temas.

martes, 22 de enero de 2019

Prince Batman (1989).


A finales de 1988 Tim Burton se puso en contacto con Prince para pedirle un par de canciones para la película sobre "Batman" que estaba rodando. Prince era fan del personaje y una de las primeras canciones que aprendió al piano a los seis años fue el tema de la serie de tv de los sesenta, así que como una especie de reto personal para él aceptó el encargo.
"Batman" se publicó en junio de 1989 y aunque es un disco de "encargo" su sello personal está bien presente.

En este disco Prince se aleja de toda la espiritualidad y positivismo exhibido en Lovesexy y crea una atmósfera un tanto oscura en algunos temas (Electric chair, The Future, Batdance), un poco de funkeo gamberro (Partyman, Trust), algo de experimentación (Lemon crush y Batdance), un par de baladas (Scandalous y The arms of Orion) y pelín de pop ligero (Vicky waiting).

Para enfatizar el toque esquizofrénico del disco el tipo asigna cada canción al punto de vista de cada personaje principal (Bruce Wayne, Vicky Vale, Joker y Batman) y en casi todas las canciones hay samples de frases extraídos de la película para focalizar el protagonismo de ella en la banda sonora. Sin llegar a ser una maravilla el disco es divertido de escuchar excepto algunos momentos algo sosos o malos.

Como curiosidad: este fue el primer disco de Prince que compré con doce años. Al ser un friki de los cómics dejé de lado mis prejuicios con "el tío ese con pinta de marica" (así veía yo a Prince) y me abrió los oídos a todo un sinfín de música (a través de él y sus influencias llegué a Hendrix, Stevie Wonder, Sly and the family stone, Joni Mitchell, James Brown, Funkadelic, Al Green, etc...) así que solo por eso "Batman" tiene un sitio en mi corazón 😀

Lo mejor: Batdance y esa locura funk en tres actos, Electric chair, Partyman, Trust, Scandalous y Vicky waiting.
Lo peor: Lemon crush...buuufff...no puedo con ella, mecagoendios. 
Y por soso y aburrido el dueto con Sheena Easton en The arms of Orion.

lunes, 21 de enero de 2019

Prince. Lovesexy (1988).

1 de diciembre de 1987. 
A falta de una semana de salir a la venta "The Black album" y ya con una cantidad importante de discos prensados Prince decide cancelar su salida y ordena destruir los discos.
¿Las razones? Hay varias versiones de la historia pero ya hablaré de ello cuando toque.
Si "The Black album" era oscuridad, Lovesexy sería todo lo contrario. Para Prince el disco significa "enamorarse, no de una mujer; sino de Dios y los Cielos infinitos".
Así que decide posar en la portada tal cual llegó al mundo en esa foto de Jean Paul Mondino que escandalizó a medio estados unidos como metáfora de desnudar su alma ante el mundo y provocando que en la mayoría de tiendas de discos "Lovesexy" se vendiera tras el mostrador afectando mucho a su venta.
Lovesexy vería la luz en mayo de 1988 y está plagado de espiritualidad ("Eye no", "Anna stesia" "I wish u heaven" o "Positivity"), momentos funkys como solo sabe hacer él ("Alphabet street"), popeo pegadizo ("Glam slam"), algo de crítica social ("Dance on") y romantiqueo ("When 2 r in love") resultando en un disco fantástico y que marca el final de la etapa clásica de Prince junto a su mejor etapa creativa (que no la única, cuidao).
Lo mejor: todo, aunque si tengo que elegir me quedo con Anna Stesia, Positivity y I wish u heaven.
Lo peor: que al colega se le ocurriera que la versión en cd fuera una pista continua (aunque en posteriores ediciones se separara por canciones).
Cuando compré el vinilo en la tienda de discos o las veces que tuve que soportar el cachondeíto de los colegas cuando veían el vinilo en casa. True story.

sábado, 19 de enero de 2019

Prince. Sign o' the times (1987)


Tras la disolución de The Revolution Prince vuelve al trabajo con esta OBRA MAESTRA suprema en mayo de 1987.
El doble disco "Sign of the times" se nutre de material proveniente de tres proyectos cancelados: Dream Factory, un disco que Warner bros no aceptó que fuera publicado por miedo a las previsibles pocas ventas de un disco cuádruple; Crystal ball, otro disco triple que corrió la misma suerte y "Camille", otro disco más en el que Prince bajo ese pseudónimo y con la voz acelerada en estudio adoptaba una personalidad femenina.
Prince unificó esos tres proyectos dejando en el camino decenas de canciones que más adelante saldrían a la luz de una u otra forma (aunque algunas otras aún permanecen inéditas).

El pequeño genio recuerda la pandemia del Sida, la explosión del Challenger o la violencia callejera en la canción que abre el disco "Sign of the times". Abraza la luminosidad y las buenas vibraciones con "Play in the sunshine" o en "It's gonna be a beautiful night"; hace la casa temblar al ritmo de "Housequake", nos relata una historia sobre el romance con una camarera en "The ballad of Dorothy Parker", no olvida su lado más libinidoso en "It" y en "Hot thing"; cuenta que prefiere hacer el amor lento sintiendo cada segundo en "Slow love", se declara a su amada en "Forever in my life" y en "Adore" a la vez que canta sobre lo estupenda que está la chica que le gusta en "U got the look".
Confiesa que quisiera ser una mujer para sentirse aún más cerca de ella en "If I was your girlfriend" pero que por mucho que ella quiera él no podrá ocupar el lugar de otro hombre en la popera "I could never take the place of your man", habla sobre la complicación de las relaciones en "Strange relationship", nos canta una enternecedora historia sobre una niña llamada Cynthia Rose en "Starfish and coffee" y se pone místico en "The Cross".

Son tantas sensaciones las que recorren estas dieciseis canciones unificadas por lo mejor del soul, del rock, del pop, del funk o de cualquier género que el tipo este se atreve a definir con su puta cabeza que es imposible describir Sign of the times sin incluir la palabra GENIAL.

En octubre de 1987 Prince dirigió una película/concierto que se estrenó en cines con actuaciones grabadas de los conciertos de su gira europea mezclados con algunas partes más grabadas en Paisley Park (los recién estrenados estudios de grabación/complejo multimedia/mansión que Prince usará en el futuro para producir su música.
Si hay un disco que sirve para definir a Prince es éste
Lo mejor: todo.
Lo peor: que la masterización del disco no sea muy buena y el disco se oye muy flojito. Necesita una edición nueva a su altura como el comer.

viernes, 18 de enero de 2019

Prince and the Revolution. Parade (1986).

Para su octavo disco de estudio Prince vuelve al formato película+disco al estilo de Purple Rain. Esta vez al tío le entra el gusanillo de dirigir y protagonizar la película junto a Krystin Scott Thomas. Under the cherry moon es una comedia rodada en blanco y negro grabada en Niza con aires a los años treinta y cuarenta sobre un prostituto que se enamora de una rica heredera. La película es un enoooorme fracaso en taquilla y aunque abundan momentos bochornosos y tal tampoco es tan mala.
En cambio, el disco de su banda sonora: "Parade", publicado en marzo de 1986; es todo un ejercicio ecléctico donde Prince vuelve a dar otra vuelta de tuerca alejando el colorido de "Around..." e incorporando a un barniz funk unas dosis de psicodelia, pop, rock y arreglos orquestales que hacen del disco toda una joya. El disco destila influencias de todo tipo: rockeras con "Anotherloverholeinyohead"; funk en "Girls and boys", "Kiss" o "New position"; pop en temas como "Christopher Tracy's parade"; fusiones con raíces jazzy, árabes y africanas en "Life can be so nice" o "I wonder u"; rollo de los años cuarenta o cincuenta en "Do u lie?" o del pop psicodélico en "Mountains".
Uno de los experimentos que prueba esta vez es la grabación en una sola toma los cuatro primeros temas del álbum (Christopher Tracy's parade, New position, I wonder U y Under the cherry moon). Otra de las novedades es la inclusión de los arreglos de orquesta de Clare Fischer a su música; aunque ya había colaborado con él para los arreglos del disco de The Family (otro de sus grupos satélite para los que escribía y componía canciones).
Este será el último disco con The Revolution. La relación con Wendy y Lisa se había terminado de estropear. Empezaron a ir mal cuando Prince rompió con Sussanah (hermana de Wendy) y se jodieron del todo cuando Prince incluyó en The Revolution a Wally Saaford, Jerome Benton (de The Time) y Greg Brooks que acompañaban a Prince en el escenario haciendo los chorras al más puro estilo de la banda de James Brown además de incorporar secciones de vientos con Eric Leeds (saxo) y Atlanta Bliss (trompeta).
Lo mejor: aunque la producción en los discos de Prince siempre es fabulosa, en "Parade" con la incorporación de secciones de vientos tirne un nivel de detalles asombroso.
"Mountains", "Kiss", "Sometimes it snows in april".
Lo peor: que el final del riff de guitarra de un temazo como "Kiss" esté cortado y salte abruptamente a la siguiente canción.

jueves, 17 de enero de 2019

Prince and the Revolution. Around the world in a day (1985).

Tras el exitazo de "Purple Rain" a Prince le da otra de sus pájaras creativas y en vez de continuar la línea rockera marcada por su anterior disco se mete de lleno en la psicodelia y el pop más colorido con "Around the world in a day" publicado en abril de 1985 (menos de un año después de Purple Rain).
En Warner bros empiezan a estar hasta los cojones de la incontinencia creativa del de Minneapolis (cuando ellos estaban aún promocionando los singles del disco anterior Prince ya tenía su atención puesta en su siguiente disco) pero aún así pasan por el aro.
El disco toma como referencia el Sgt. Peppers de The Beatles (aunque no tiene nada que ver más que en espíritu) y se sumerge en ecos arábigos, en la celebración de la igualdad racial y sexual; en la sensación del primer amor representado en la "chica de la boina frambuesa"; en historias de amor dignas de cuentos de hadas; en alcanzar la salvación a través de la lujuria; en la crítica al capitalismo y a la "vida pop" o incluso una oda a la masturbación.
En este disco toman especial relevancia Wendy y Lisa que ejercen de complemento musical perfecto con Prince aportando arreglos de cuerdas y de melodías en algunos temas.
Around the world in a day supuso un fracaso comercial (comparado con Purple Rain), aunque el single "Raspberry beret" se mantuvo mucho en listas y demás. Personalmente es un disco que empecé a valorar mucho más hace relativamente poco tiempo (unos cuatro o cinco años) y fácilmente entra en mi top cinco de discos favoritos del enano.
Lo mejor: la producción, su portada y su artwork son preciosos, así como la maravillosa "Condition of the heart", "Raspberry beret" y sus arreglos de cuerdas, "América" con su riff de guitarra y su ritmo, "Paisley Park" y sus arreglos psicodélicos.
Lo peor: Quizá el exceso de la parte final del blues "Temptation" con esa charla con Dios y la cadencia de batería de "The ladder" que es calcaíca a "Purple Rain".

miércoles, 16 de enero de 2019

Prince & The Revolution. Purple Rain (1984).

Tras el éxito de "1999" a Prince le da por dar un nuevo giro a su carrera. Los sintes, los teclados y el funk dejan paso al Rock y al Pop para "Purple rain", disco por el que será recordado por siempre, con el que alcanzará su mayor éxito comercial y el status de "superestrella" internacional.
Prince se apoya más en The Revolution, que ya está totalmente formada con Lisa Coleman a los teclados, Bobby Z. a la batería, Wendy Melvoin a la guitarra, Dr. Fink a los sintetizadores y Brownmark al bajo.
La banda toca en cuatro de los nueve temas(Let's go crazy, Computer blue, Take me with u y I would die 4 u) y Wendy y Lisa, sobresaldrán como la parte más fundamental de The Revolution, en las que Prince se apoyará de una manera muy especial.
Una de las cosas más curiosas del álbum es que un concierto benéfico de 1983 sirvió como banco de pruebas para el disco. En dicho concierto, que rula por internet de forma pirata, Prince and The Revolution estrenan "I would die 4 u" "Baby I'm a star" y "Purple rain" (que en su versión original supera los diez minutos de duración) y con ligeros recortes de estudio, limpieza de sonido y añadidos de cuerdas, fueron incluídos tal cual en el disco; el resto fue grabado entre agosto de 1983 y marzo de 1984 para acabar siendo publicado en julio de ese año.
El disco gira en torno a la celebración de la vida, el amor en sus diferentes sentidos positivos y negativos y en el sexo (en muuucho menor medida que anteriormente). Fue un éxito masivo por lo que muchos lo consideran su obra maestra por excelencia, y aunque reconozco que es un disco muy, muy grande, para mi gusto le falta algo de funkeo.
En 2015 Prince llegó a un acuerdo con Warner bros (sus viejos archienemigos) para publicar una edición especial que finalmente vió la luz en 2017 en las que incluyeron algunas canciones que quedaron fuera como "Electric intercourse", de la que solo se conocía una versión en directo del concierto benéfico de 1983, y que cogió por sorpresa de su existencia a todos los fanboys; aparte de algunas otras más (que ya habían visto la luz de forma pirata) caras B, versiones extendidas (como la mítica Computer blue de casi quince minutos), el concierto de Syracusa (en calidad regulera) y más material, que a mí personalmente me decepcionó un poco.
Lo mejor: todas y cada una de las canciones, aunque para mí "The beautiful ones", "I would die 4 u" y " When doves cry" juegan en otra liga superior.
Lo peor: que se quedaran fuera "electric intercourse" y "possessed" (aunque esta última fuera rescatada en la edición deluxe pero no en la versión funky que es la que me mola)

martes, 15 de enero de 2019

Prince. 1999 (1982)


Prince crea una auténtica biblia negra del funk convirtiendo este doble disco en lo que para mí es su primera obra maestra.
Esta vez deja en un segundo plano las guitarras para apostar por la electrónica con la Linn L1M como hilo conductor e imagina el último año del milenio dieciseis años antes.

El disco está producido, arreglado, compuesto e interpretado por Prince con la ayuda en algunas canciones de una primigenia The Revolution, la banda que le acompañará durante los siguientes cuatro años.
Las canciones giran en torno al miedo a un holocausto nuclear; a relaciones esporádicas en un pequeño corvette rojo o con una taxista para pagar la carrera; a la libertad de ser libre; al sexo libre como si estuvieras casado, en como puedes sentirte en la gran ciudad bailando como te de la gana; en la sensación de estar enamorado o en el fiesteo puro y duro.
El disco es bastante extraño tras una primera escucha y es necesario asimilarlo y entrar en su universo para disfrutarlo de verdad...y una vez que haces encajar las piezas o el hímen de tu oído se rompe descubres porque el cabronazo era un genio.

La portada tiene muchas curiosidades; unas ocultas y otras más evidentes como el pene  que hace las veces del uno de 1999 o una vagina escondida en la esquina izquierda en la "e" de Prince, o una guitarra surgiendo del Infierno que intenta llegar a un brazo que se extiende desde el Cielo...en fín, hay muchos detallicos más que no voy a desgranar aquí (y tampoco los sé interpretar todos). También es la primera vez que el color púrpura se convierte en icónico. Está  presente tanto en la mencionada portada como en la clásica gabardina púrpura que llevaba en vídeos y conciertos de la etapa.

Como dijo David Bowie en una entrevista: 'Los ochenta fueron de Prince'.
 Y "1999" marca el inicio de esa etapa creativa insuperable que se alargará hasta "Lovesexy" en 1988.

Lo mejor: 1999, Little red corvette, DMSR, All the critics love u in NY, Something in the water, Lady cab driver, Delirious, Free....y en menor medida Automatic, Let's pretend were married, International lover...vamos, todo el puto disco.
La producción es fantástica y aún hoy, habiendo escuchado el disco mil veces, descubro nuevos ritmos y sonidos que no sabía que estaban ahí (aunque eso es algo habitual en su discografía).

Lo peor: la dichosa megalomanía de Prince de alargar algunos temas haciéndose un poco cargante en "Automatic" o "Let's pretend we're married".
Que Prince fuese tan dejao y no permitiera a Warner una edición especial remasterizada con versiones alternativas, extendidas o caras B.
Que se quedaran fuera algunos temas que aún hoy siguen inéditos  "oficialmente".

lunes, 14 de enero de 2019

Prince. Controversy (1981)

Los datos de grabación no se saben bien ya que muchas de las canciones proceden de diversos proyectos cancelados entre 1979 y 1980, pero los arreglos fueron finalizados en los estudios Hollywood sound en Los Ángeles en agosto de 1981 y el disco se publicó en octubre del mismo año.
De nuevo todo corre a cargo de Prince aunque esta vez la banda que ha creado para las giras anteriores empieza a cobrar mucho más protagonismo.
Con Matt "Doctor" Fink haciéndose cargo de los sintetizadores en 'Jack u off'. Lisa Coleman poniendo voces en 'Controversy', 'Ronnie talk to Russia' y tocando los teclados y la voz en 'Jack u off', y a Bobby Z. tocando la batería también en 'Jack u off'.

En 'Controversy' Prince comienza a experimentar con la caja de ritmos Linn L1M (la cual seguirá usando bastante en los años venideros) y la incorpora en casi todos los ocho temas del disco afianzando su música con un sonido propio y característico y alejado de "Dirty mind" en cuanto a producción.

Esta vez el sexo pasa a un segundo plano, aunque sigue presente en "Jack u off" (te haré una paja 😂), "Do me, baby", "Private joy" y "Sexuality" (aunque en esta última proclama más un cambio social a través de la libertad sexual que otra cosa). En su lugar, la crítica política y social es bastante más importante girando sobre todo en la paranoia de la guerra fría en "Ronnie, talk to Russia", el temor por una educación ineficaz en los niños y en la sociedad norteamericana en "Controversy", "Sexuality" o "Annie Christian".

El disco en sí no es tan redondo como los dos anteriores, sobre todo si se analiza con una perspectiva temporal actual, ya que queda como una especie de transición sonora entre "Dirty mind" y "1999" (su siguiente disco) y porque al tener algunas canciones más flojillas (aunque con ideas y detalles interesantes) como "Private joy", "Jack u off" o "Annie Christian" resta algo de consistencia al conjunto final.

Lo mejor: "Do me, baby", "Controversy", "Let's work".

Lo peor: "Private joy", por mucho que la he escuchado no puedo con ella y me corta el rollo de mala manera.

jueves, 10 de enero de 2019

Prince. Dirty mind (1980).


Grabado entre mayo y junio de 1980 en el estudio casero que Prince se montó en su casa de Minneapolis y mezclado finalmente en los estudios Hollywood sound en Los Ángeles para acabar publicado en octubre del mismo año.

En esta ocasión Prince deja de lado el soul y las raíces negras de sus dos discos anteriores y se inventa un híbrido entre rock y funk, denominado después como "Minneapolis sound" (algo similar al rock pero rellenando muchos huecos sonoros con sintetizadores).
Como ya es habitual el disco está producido, interpretado, compuesto y tocado por Prince aunque esta vez cuenta con las colaboraciones de Matt "Doctor" Fink a los sintetizadores en "Dirty mind" y "Head"; a Lisa Coleman en el teclado y a la segunda voz en "Head", y su amigo Morris Day que crea la base rítmica de "Partyup". Además, esta vez Prince bajo el seudónimo de Jamie Starr ejerce de ingeniero de sonido; seudónimo que usará en esa época para escribir e interpretar canciones para sus grupos paralelos (The Time y Vanity 6).

"Dirty mind" (mente sucia) con sus ocho canciones apenas supera los escasos 30 minutos. Tiene un sonido muy básico (casi como una maqueta) y casi todas las canciones tienen un fuerte componente sexual. Estas canciones sobre tríos, incestos o mamadas fueron el blanco de la censura de la América mojigata relegando el disco a unas ventas discretas y a una repercusión que adquirió bien pasada su publicación.
Para mi gusto este disco es todo un soplo de aire fresco y el primero en el que Prince da un giro a su música incorporando elementos de otros estilos musicales (en este caso el rock) para evolucionar musicalmente.

Lo mejor: La portada es toda una declaración de intenciones: calzoncillos, medias hasta los muslos y gabardina roída; con esa actitud desafiante en la que parece que está diciendo: "Te molesta que lleve estas pintas, eh? Pues te jodes".
La canción "Head" y el solo de sintetizador del Dr. Fink que me parece brutal.
El sonido "sucio" y poco cuidado.

Lo peor: su duración.

miércoles, 9 de enero de 2019

Prince. Prince (1979)


Grabado entre abril y junio de 1979 en los estudios Alpha de Burbank y Hollywood sound de Los Ángeles y publicado en octubre del mismo año.
Para su segundo disco Prince se enmarrona bastante menos con la producción (esto se traduce en menos tiempo de grabación, en menos instrumentos empleados y en menos dinero invertido) sin resentirse en la calidad final del disco. Como su antecesor todas las labores instrumentales, vocales y compositivas son obra suya.
Con este segundo trabajo Prince consigue lo que no consiguió con "For you": un disco muy sólido y equilibrado que navega entre el soul y el rock, un primer éxito internacional (I wanna be your lover) que le aupaba a una situación muy cómoda en Warner bros y un reconocimiento entre la crítica que ya empezaban a compararle con Stevie Wonder.

Lo mejor: me quedo con el solo final de "Why you wanna treat me so bad?", la brutal "Bambi" y la sencillez y calidez de "When were dancing close and slow".

Lo peor: la portada es absolutamente horrorosa con ese Prince quinqui descamisao...bueno, y la contraportada con él en pelotas subido a un caballo alado también se las trae; que en un temazo como "I wanna be your lover" se le vaya la mano con los minutos en la parte final con tanta fanfarria de sintetizador y por último que la versión de "Sexy dancer" del disco no sea la extendida que salió en 12" unos años después.