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miércoles, 11 de febrero de 2015

Black Messiah.

"Mesías negro es un infierno de nombre para un álbum. Puede ser facilmente malinterpretado. Muchos piensan que es sobre religión, otros llegan a la conclusión de que me llamo a mí mismo mesías negro.
Para mí, el título es sobre todos nosotros. Es sobre el mundo. Es sobre una idea que puede inspirarnos. Todos aspiramos a ser un mesías negro. Es sobre el pueblo que se levanta en Ferguson, en Egipto, en Ocupa Wall street y en cada comunidad donde la gente ya ha tenido suficiente y ha decidido hacer que los cambios ocurran.
No es sobre aclamar a un líder carismático,si no para celebrar los cientos de ellos que hay. No todas las canciones de éste disco tienen una carga política (muchas de ellas si), pero llamando a éste álbum Black messiah se crea un lugar de escape donde estas canciones puedan convivir al máximo.
Black messiah no es un solo hombre. Es el sentimiento de que, colectivamente, todos somos ese líder."

Así expresa D'angelo lo que significa el álbum para él. Tras catorce años de silencio, tiempo en el que ha pasado por un infierno de alcohol, drogas y problemas de todo tipo. La prematura muerte de Amy Winehouse (muy amiga de un miembro de su banda) le sirvió como toque de atención para salir reforzado de su situación. Tras tantos años de grabaciones, remezclas y anuncios de publicación de el nuevo disco, por fín el 15 de diciembre se puso a la venta Black messiah.

Junto a su banda, The Vanguard, formada por Pino Palladino, James Gadson y Questlove (de The Roots) y algunas colaboraciones (Q-Tip o Snoop dog) dan una nueva vuelta de tuerca a la música negra utilizando para la realización del disco equipos antiguos; y sin plug-ins o trucos de nueva generación consiguen un sonido atemporal, anclado en el pasado y con su base asentada en el futuro.


La referencias musicales de Black messiah nos remiten a Marvin Gaye, Al Green y Prince principalmente, aunque escuchando más detalladamente encontramos a más de los grandes de la música negra: Funkadelic/Parliament, Syl Johnson, Sly and the family Stone o Barry White. Al remarcar esto no quiero decir que D'angelo los copie, si no que al haber formado parte de su educación musical, finalmente él lo asimila y reinterpreta bajo su propio prisma.

Personalmente no me había enganchado a un disco de ésta manera desde hace mucho, de hecho son ya dos meses y pico escuchándolo sin parar para desesperación de mi pareja y aún descubro capas sonoras alucinantes.
Imprescindible escuchar a todo volumen y mucho mejor si es la versión original. Al día siguiente de su publicación, me enviaron por correo un enlace FLAC (la mejor compresión para archivos de música) que se oía cojonudo. Cuando compré el cd original se me cayeron los huevos al suelo por la diferencia abismal de sonido (y eso que no soy un purista del sonido), y en algunos casos, detalles que apenas se aprecian en Flac casi se podían palpar en el cd.

En fín, dejo un enlace youtubero con las doce canciones, aunque vuelvo a remarcar que escuchar esto así es casi sacrilegio.

Black Messiah


Lo mejor: Aunque para mí todo el conjunto es de sobresaliente destaco el bajo y los desquiciantes y opresivos sonidos de 1.000 deaths, The Charade y sus reminiscencias al Prince más mestizo, la interpretación vocal y su efectiva espiritualidad en Prayer, la atmósfera pseudo jazzística de Till is done (Tutu), el rollete funkero de Sugah daddy, Back to the future I y II.
En definitiva, el álbum al completo, joder.

Lo peor: Aunque al menos hay un staff de quién hace qué en cada canción y quién escribe la letra y música (casi todo por D'angelo), faltan las letras. Como purista de disfrutar la música a la antigua, considero eso un punto negativo bien gordo.

Hala, un saludo.

viernes, 18 de julio de 2014

New power Soul.

Como estoy en horas bajas en cuanto a posteos que publicar, voy a usar el comodín del "disco de Prince" para rellenar posteos en éste mes de Julio.

Anteriormente, en uno dedicado a Emancipation, habíamos visto el nuevo campo de pruebas de Prince basado fundamentalmente en la experimentación tanto a nivel compositivo como en diversas formas de marketing y distribución.

Toda esta etapa "experimental", que para mí abarca parte de su trabajo en 1995: el álbum Exodus de New Power Generation y el de su mujer, Mayte: Child of the sun, continúa con Emancipation (1996), el triple cd de descartes Crystal Ball (1997) y sus "agregados": The Truth (1997) y Kamasutra (1997); este New power soul (1998) y terminando con Rave un2 the joy fantastic y su remezcla Rave in2 the joy fantastic de 1999.
Como decía, ésta etapa supone su descenso hacia los bajos fondos de la industria musical, lugar donde merodeó como un paria de la música durante la parte final de los años 90 hasta su renacimiento como Prince en 2001 con el apoteósico The Rainbow children.

Con diversos bandazos (buenos, malos y reguleros), esta etapa le sirvió para hacer evolucionar a su música sin injerencias de otros elementos externos como listas de ventas y críticas musicales. Por cierto, las críticas negativas hacia su música eran demoledoras y constataba que su guerra contra la industria musical le estaba saliendo muy cara.

Este New Power Soul no está firmado por él, sino por su banda New Power Generation. El que aparezca en portada con esa pintica de mamarracho gay (ojo, que lo digo con cariño) creo que era un reclamo para los despistados. Además, gracias a su emancipacipación de Warner Bros, ya podía dar la cara sin problemas legales de por medio. Por ejemplo, en el anterior disco de la banda, Exodus, él aparecía disfrazado bajo una nueva identidad llamada Tora Tora (iba con la cara cubierta con un pañuelo y en las entrevistas hablaba por señas o por boca de Mayte).

Las composiciones del disco y la voz principal son obra suya, dando mayor cancha en estudio a la nueva alineación de la New power generationKirk Johnson a la batería; Rhonda Smith al bajo; Mike Scott, a la guitarra; Mr Hayes a los teclados; Marva King en los coros, el odioso de Doug E. Fresh rapeando y haciendo el mongolo y aportaciones de Larry Graham y Chaka Khan, cuyos discos producidos por Prince formaban una especie de trilogía junto a éste (igual que en los discos de ellos él aparece cantando o tocando la guitarra en algunos cortes).

En éste disco, que sirve como vehículo de lucimiento para su lado más funk electrónico y negro, olvidamos al Prince de las canciones rockeras épicas y el popeo más armónico y nos vamos de juerga con sintetizadores, cajas de ritmos, bajos, vientos, funk al más puro estilo George Clinton y un sabor a música "coital" muy acentuada.

New Power Soul.
La primera parada es el tema que da nombre al disco. Con un guiño a la canción Big fun  "Get freaky, let your head bob", que recita como un mantra durante la canción y algún que otro sample de Come, nos sumergimos en un corte plagado de scratches, hornzs, funk futurista y algún momento de rap (en el que recita insertando en los versos los títulos de las canciones del disco). El tema no te deja con el culo torcido, pero si tiene un ritmo endiablado que no nos deja un momento de respiro.


Mad Sex.
"Solía tener tener sexo loco por la mañana cachonda,
Solía tener tener sexo loco al atardecer,
Solía tener tener sexo loco cuando yo y esa mulata bajábamos,
a ensuciar otra habitación."

Con ese estribillo tan explícito damos la bienvenida a un temilla, con sabor a sudor sexual y marranadas.
Prince utiliza jergas y modismos callejeros y usa su voz para sonar a macarrilla del callejón de atrás mientras el ritmo no decae en ningún momento marcando la cadencia del tema entre el bajo y los vientos. Buen tema para darse un bailoteo.

Until u're in my arms again.
Siguiendo la estela de enchochamiento iniciada en Emancipation tenemos aquí su continuación.
No es mal tema, pero cuando pensabas que el disco iba a seguir por el funk bailable, al tío le da por meter esta canción llena de bucles electrónicos y de ritmo mucho más tranquilo. Suena más al difunto que a Prince, pero la producción es muy buena y sigue con la misma línea a nivel de arreglos que las anteriores, así que no desentona en su conjunto. No demasiado reseñable como canción, aunque la parte final con esa maestría mezclando voces y un par de falsettos finales molan.

When U love somebody.
Empecé odiando esta canción, pero con el tiempo he apreciado las tantas capas sonoras y el puto ritmo que tiene la jodida. Tiene unos toques muy horteras en el puente y en el momento de rotura (2:51), pero compensa la balanza los montones de aciertos que hay en la canción.
La esencia del tema es sobre alguna tipa con mucho morro que le lleva por el camino de la amargura, pero a el le da igual por que está encoñao como un idiota (¿Problemas con la parientaPrince?).
Aunque en el estribillo se pasa de pastoseo:
"When u love somebody, every now and then is like rain. With every sun shower this pain, whatever something lost, something gain when u love somebody".

Los toques horteras que hay en la canción y lo chorra del estribillo le vienen como anillo al dedo el título de "cuando amas a alguien".
No digo que sea una obra maestra ni nada de eso, pero me mola éste tema...y no me avergüenza admitirlo, copón!

Shoo-bed-ooh.
Otra que a las primeras escuchas no me dice nada, pero algunas cosas de la letra (el estribillo sobre todo) me llama mucho la atención:
"La respuesta a la pregunta de la vida es una zorra canosa, chupando a un bailarín de ébano entre estas sucias sábanas. Escupiendo el regusto de un niño que probablemente no vuelva a llamar. 
¿Si éste es el juego por el que estás haciendo cola, como vas a ganar?".
Entre la letra subida de tono y la música marciana le he terminado por coger el rollo. Aunque reconozco que muchas escuchas me ha ayudado a apreciarla.

Push it up!
Rescatamos el "Everybody is here, this is the jam of the year" como guiño a Emancipation. Esta canción es un híbrido entre funk y rap bastante simpatiqueta. lo malo es que por ahí resopla el pena ese de Doug E. Fresh zorreando. Gana muchos enteros en directo por su aire festivo. ¡No está mal el Push it up éste!

Freaks on this side.
Bueeeno, siempre hay algo de relleno que no me termina de molar y ésta cosa tiene todas las papeletas. Como la anterior, está más orientada para lucirla en directo y chorrear con el público.Tiene unos vientos potentes durante todo el minutaje, pero para mí es la Esperanza Aguirre del disco.Mal Prince, muy mal. Así no vamos a ningún lado.
 :(

Come on.
Una de las canciones fetiche de la época para Prince. Una lírica sexualmente cargada acompañada de un ritmo constante no demasiado acelerado, justo para acompañar a los previos al coito. Acertadamente ésta canción fue una de las que más utilizaba en conciertos y presentaciones en vivo. Le he terminado por coger un poco de tirria, pero reconozco que es otro de los clásicos modernos de el artista antes conocido como Prince.
Acompaña a las voces su amiga Chaka Khan, Mike Scott a la guitarra y creo que Larry Graham aporta el bajo.

The One.
Solamente por la inclusión de esta joyaza ya vale la pena el disco entero. Un tempo muy reposado, el misterioso bajo de Rhonda Smith, los ecos arábigos, el solo de flauta, los arreglos orquestales de Clare Fischer y la letra tan empalagósamente boquerona como efectiva nos sitúa en el mejor momento del disco.
Impresionante.

I like funky music.
Como reza el título "Me gusta la música funky". Una cancioncica bastante rápida de ritmo, buen rollera y con unos coros por ahí muy graciosos como de el público repitiendo "I like funky music". No es una de mis favoritas, pero si que levantan el ánimo y tiene su aquel.

Wasted kisses.
Y como tema oculto (pista 49) encontramos esta otra joyaza impresionante, a la altura de The One (de hecho, son las dos joyas absolutas de New Power Soul). Hay que escucharla para apreciar todos los detalles de producción y efectos sonoros que hay, sobre todo ese sobrecoger sonido de monitor de hospital en línea plana del final que es la interpretación de la muerte de alguien.
Me encanta esta canción tan oscura y emotiva de la que se rumorea que está inspirada en la muerte de su hijo, o a lo jodida que debía estar la cosa con Mayte. La ambigüedad de la letra es lo que tiene, cada cual interpreta las cosas a como las ve.


En resumen, New power soul no suele ser un disco demasiado bien valorado por los fanboys. Mola por tener temas tan contundentes como Come on, The One y Wasted kisses, por tener los huevos tan gordos como para salir en portada con esas pintas y con su puto micrófono/pistola (decía que significaba que su única arma eran sus palabras), por la experimentación y por ir a su bola importándole una mierda todo lo demás. 
Además, el nivel de producción y muchas ideas desplegadas le sirvieron como base para evolucionar en años venideros. Si hay una cosa que resalto del disco es que suena muy por delante a otras cosas de 1998. Pero bueno, eso casi siempre pasa con su música.

Saludos y hasta otra.

viernes, 9 de mayo de 2014

Hot Space, la infamia hecha música.

Si se hiciera una encuesta a todos los fans de Queen sobre que disco es el peor de todos, estoy totalmente seguro de que éste Lp alcanzaría las cotas más altas de odio. 

En 1989 comencé a coleccionar vinilos de Queen, y después de flipar con discos como A night at the opera, Queen II, Jazz, News of the world o The Game; el jodido Hot space me pareció flojo y malo.

El tiempo y el criterio musical adquirido desde entonces, me han llevado a reafirmarme en mi inicial estimación. No es que lo odie o escupa sapos y culebras si lo pongo por masoquismo; pero si que me sigue pareciendo una vergüenza.
 Hay cosas que nunca cambian para bien y para mal.




Lo considero un disco de transición; un testeo para encontrar el rumbo entre el sonido de The Game (1980) y el de The Works (1984).
Y es que Queen había empezado a romper aquella declaración de intenciones de la que tanto alardeaban en los staffs de sus discos desde principios de los 70: nada de sintetizadores.

Eso de los sintes ya se lo habían pasado por el forro de los huevos en el disco anterior. Pero claro, si en The Game (que es un discazo inmenso) el grupo había incluído la música negra en sus influencias y los sintetizadores tenían una razón de ser (aunque mantenian en la mayoría de temas su alma rock sinfónica) y en la banda sonora de Flash Gordon era casi obligatorio recurrir a ellos. En Hot Space, disco influenciado por el dance y el pop de primeros de los ochenta, no estuvieron demasiado finos. Intentaron emular los usos a los sintetizadores que por aquellos tiempos ya desarrollaban con gran solvencia gente como Mike Oldfield, Prince o Depeche Mode -por citar tres ejemplos que controlo (que habían muchos más).
Se rumorea que una de las influencias para semejante cambio de rumbo fueron los consejos del difunto Michael blanquito Jackson. Anteriormente ya les había aconsejado sobre la idoneidad de potenciar como single el negroide Another one bites the dust.

Detras de la Wharholdiana portada del disco nos encontramos once temas de los que ninguno consigue rompernos la cabeza; salvo el dueto con Bowie en Under Pressure -pero ese ya había sido publicado en el Greatest hits del año anterior.

La tortura en sí comienza con Staying Poweruna canción supuestamente festiva escrita por Freddy Mercury con una idea de base picantona pero muy pobre como apertura y como canción en sí misma. La inclusión de unos vientos sintetizados le da un aire a baratillo bastante insoportable.

Con Dancer; del infravalorado Brian May, al que considero la auténtica alma de Queen, me parece que la cosa mejora algo. Recuerda más a los tiempos de The Game (lo cual es bueno) pero no deja de ser un tema pasable y gracias.

Back chat, escrita por el insípido de John Deacon viene a ser otra canción un poco al estilo de Dancer e igual de intrascendente que esa.

Y ahora sí, con Body language alcanzamos el momento más bochornoso del disco. Aquí falla todo; el ritmo de puticlub de carretera, los sonidos, la voz de Mercury, etc... patética es una palabra demasiado suave para definir esta cosa.
Freddy se debió pasar con las drogas el día que se le ocurrió parir éste engendro.

Cerramos la cara A -ya salió mi lado pureta al pensar en el vinilo- con Action this day. Seguramente en otro contexto, ganaría más puntos esta canción. Es como un pequeño resquicio de luz entre un camino sonoro de oscuridad. Además, el hecho de incluir un saxo a mitad del tema la hace un poco más curiosa (de hecho, creo que no hay muchas más canciones de Queen con saxo incluido).

Put out the fire representa otra de las pocas canciones salvables del disco. No llega al nivel de otras muchas pero no vamos a ponernos exquisitos a estas alturas

Life is real es una canción dedicada a John Lennon, recien asesinado por aquella época. Es una canción lentica y que, no sé bien porqué, me retrotrae a In the lap of the Gods (salvando mucho las distancias, por supuesto).

Pasamos a continuación a Calling all girls Una canción repetitiva y pesada escrita por Roger Taylor con una base de guitarra acústica. Mala como el aceite de ricino. Atrás quedaron esos temazos inspirados de Taylor como Sweet Lady :(

Las palabras de Amor; Vergonzosa canción con fraseo en castellano y un intento desesperado de hacer una balada rollo Sail away sweet sister o Save me.

Cool cat me parece lo más molón del disco. Ese rollo sexual que desprende la canción, esa línea de bajo sugerente, el groove negro de la guitarra de May y el falsette de Freddy hacen a esta canción alzarse de entre tanta bazofia.
Por cierto, aquí hay una proto versión de ésta canción con David bowie coreando que al final no se utilizó. Una pena :(

Para finalizar el disco tenemos el clásico Under Pressure; Genial tema que nos quita el mal sabor de boca que nos ha dejado el disco entero.

En definitiva:
Mal disco. Rematadamente malo. Solo Cool Cat y Under Pressure valen la pena (en mi modesta opinión). Hay algunas cosillas sueltas por ahí; retazos e ideas en Staying powerPut out the fire, Action this day o en Las Palabras de amor que pueden resultar curiosas, pero que no las salvan de la pestilencia.

Hala; ya he desbarrado bastante por hoy.
Saludos a tod@s.

jueves, 3 de abril de 2014

Emancipation: Amor, sexo y libertad parte 3.


Tiene más místicismo que Sandro Rey.
                                     III 

Slave.
El primer corte nos avisa de que ésta última parte va a ser más movida y con menos pastel que la anterior. Con frases del estilo "Todo el mundo intenta romper mi corazón", "Solo quiero tener la oportunidad de jugar la parte de una persona verdaderamente libre" nos damos de morros con una canción centrada en la "esclavitud" en la que se encontraba Prince con cierta compañía discográfica.
El artista rescata la percusión de Ain't no place like u del horrible disco que le hizo a su querida Mayte (Child of the sun, 1995) y la incorpora a esta oscura canción.
Genial pieza para comenzar la tercera parte de su emancipación.



New World.
Con ésta canción acelerada y llena de tics del viejo Prince entramos en nuevo mundo de sonidos electrónicos aplicados a su forma de ver la música funk.
Algunos pasajes de la canción tienen toques conspiranoicos: "Nunca caminarás solo. Siempre estarán escuchando, especialmente por el teléfono" o refiriéndose a los avances genéticos: "¿Para que todo si puedes modificar la biología?", "¿Quién o qué seremos tú y yo entonces ?".
Creo recordar que el love 4 one another que cita varias veces durante la canción hace referencia a una fundación de caridad que auspiciaba por aquella época y que, incluso apoyó dando giras para recaudar fondos entre 1996-1997. De hecho, se cuenta por ahí que la mayoría de los beneficios que dió Emancipation fue para esta obra de caridad.
Con sus más y sus menos es un tema simpatiquete, bailable, curioso y disfrutable.

The human body.
Me costó bastante en pillarle el punto a esta canción dance (o lo que sea que sea esto), de hecho, depende del día, me mola o no me dice un carajo. En términos generales, la canción no está mal, aunque es claramente repetitiva, machacona y le sobran minutos.

Face Down.
Éste es uno de esas canciones geniales de Prince. Funk del que solo sabe hacer él. Aquí hay pullas a montones para todos, incluso para él mismo. La canción trata sobre un cantante llamado Prince al que habría que enterrar boca abajo para que todos los hijos de puta puedan besarle el culo.
Por el tema asoma un sample de la tal Poet99 que se repite constantemente "Dead like Elvis", haciendo referencia a la muerte de Prince y el sonido del claxon de un Jeep muy chulo.
Temazo.

La, la, la, means I love u.
Tercer cover en Emancipation de un grupo llamado The Delfonics. Blandengue y en la línea del pastel que le domina. No está mal, pero cuadraría más en el cd II ya que es una boqueronada más de Prince dedicada a su parienta.
Y a estas alturas uno está hasta los huevos de tanto Mayte, tanto Mayte...tío pesao.
 
Style.
En todo cesto siempre hay una manzana podrida y en esta tercera parte le ha tocado a esta canción.
No es que la canción sea mala, en términos generales me parece más repetitiva y pesada The human body pero al menos, esa me hace cierta gracia. Se pasa toda la canción con chorradas, que si para tener estilo hay que ser tal y cual (todo esto lo dice un tio que se ponía chorreras de la corte de Luis XVI y se viste como un prostituto gay). Comprendería que a alguien le molara este corte, pero yo la odio profundamente de forma irracional. Lo siento Prince, esta canción me repele :(

Sleep Around.
Me encanta el groove de ésta canción. Un temica con reminiscencias pop/dance. Fiestero y sin más pretensiones que divertir y hacer bailar. Cumple su objetivo con creces y mejora a cada escucha. Seguramente habrán otros que no les haga ni puta gracia. Me remito a lo de las opiniones y los culos.

Da,da,da.
Canción resultona cantada casi integramente por el tal Scrap D. a excepción de la última estrofa que está cantada/rapeada por Prince. Interesante por la parte final, por que el Scrap D. de las narices, casi se me hace tan cansino como el rapero ese que tenía Prince en la NPG de 1991/92: Tony M (maldito sea donde quiera que esté!).

My computer.
Una de mis canciones favoritas de Emancipation. Prince pone todas sus esperanzas de una vida mejor a través de internet y las nuevas tecnologías (quien le ha visto y quién le ve, ahora que va borrando canciones del youtube y denunciando a fans que comparten bootlegs por la red).
Kate Bush aporta la segunda voz, aunque apenas se la escuche.

Como curiosidad: el ritmillo de sinte con el que Prince juguetea en 03:43 es el mismo que usa como puente en musicology de 2004. Me mola esa faceta suya de construir una canción a partir de una pequeña idea sacada de algún detalle de una canción anterior. Casos así tiene bastantes y es uno de esos entretenimientos  que vas descubriendo cuando buceas por su discografía (la oficial y la filtrada.

One of us.
Último cover de Emancipation, y si se me permite la blasfemia, mejora muchísimo el tema original de Joan Osborne. Magnífica de principio a fín.
Destaco el trabajo de guitarra y la molona base musical que Prince rescata de love thy will be done, el tema que le compuso a su amiga Martika y que reutilizó de nuevo en 1999 en una versión que hizo en Séptimo (la última vez que estuvo en España) de motherless child -que es una bestialidad de actuación.

The love we make.
Uno de sus clásicos modernos épicos. Tuvo la inteligencia de incorporarla regularmente en sus directos desde el 2010 o por ahí, además de hacer la versión en vivo aún más impresionante que la de estudio.
Dedicada a la memoria de Jonathan Melvoin, hermano de la guitarrista de The Revolution, Wendy Melvoin y su ex novia Susannah Melvoin. Jonathan Melvoin era el teclista de Smashing pumpkins y había trabajado algunas veces con Prince en los 80 (la batería en Do u lie? la toca él).
Murió de sobredosis por aquella época (en julio de 1996).
Inmensa canción.

Emancipation.
Y por fín el "gran" cierre del disco. La canción no está mal, pero al estar después de temazos como My computer, One of us y The love we make, queda muy deslucida.
Mola un huevo y parte del otro la línea de bajo, pero aparte de eso y de que proclama su nueva ley vital (voy a hacer lo que me salga de los huevos), el tema se queda en tierra de nadie.
No está mal, tiene ritmo y tal, pero no me vuelve el escroto del revés como esperaba en un principio.

Y como bonus tracks, también hubieron algunos descartes aparecidos en un bootleg titulado Emancipation: The secret chapter:

I am the Dj.
Canción que me da bastante asquete, salvo por el saxo que se escucha por ahí y poco más. El tipo hizo bien en descartar la cosa esta.

Journey 2 the center of your heart.
Aquí hay muchas florituras vocales acojonantes y una melodía agradable. Es otra pastelada que en 1998 Chaka Khan versionaría para su álbum Come 2 my house y que servía como proyecto con contribuciones cruzadas junto al New Power Soul de New Power Generation y el GCS2000 de Larry Graham.

2020.
Cancioneta aburridilla y poco reseñable. Sinceramente, conocía la existencia de esta canción, pero hasta que no he hecho este post, no recordaba haberla escuchado nunca. Quizá con un par de escuchas más, y echando un vistazo a la letra cambie algo de parecer.

Slave 2 the system.
Retirada del disco por la inclusión de Slave, supongo que pensaba que sería redundante incluirla tambien.
Lástima que no pensara en la redundancia cuando empezó a meter pasteladas en el disco. De todos modos, el tema es muchísimo mejor que algunos cortes de Emancipation (ver Emale, White mansion o Style por ejemplo)

Feelgood.
Otra canción que podría perfectamente haber incluído en el disco. A mi parecer supera por bastante a algunos cortes que si están incluidos. Tema muy majo para mi gusto.

Goodbye.
Canción en plan despedida de alguna relación y tal. Descartada de éste Emancipation, el amigo le encontró un hueco en Crystal Ball de 1997.

Faltan algunas versiones alternativas de emancipation y soul sanctuary que tengo por algún rincón entre un puñado de bootlegs que guardo en mi leonera y no tengo ganas de buscar. De emancipation, existen dos versiones más: una sin la línea de bajo, y otra con los teclados dominando la canción. Con respecto a soul sanctuary, el cambio es mucho más profundo. El tempo sigue siendo muy parecido, pero la música es distinta. No suena nada mal, pero prefiero la versión incluída en el disco (ver ley de opiniones y culos).

Conclusión:
Bueno, después de un primer cd bastante bueno, salvo por algunos detalles que lo enturbian y un segundo con demasiado amor y relleno; llega la última parte, la cual es mi favorita. Casi diría que me sobran Style, The human body y si me pongo exquisito, La, la, la (means I love U) y Da, da, da. El resto es un no parar de cancionacas memorables.

Muchos critican Emancipation por la cantidad de canciones que tiene, pero a mí me da bastante igual. Si quiero un emancipation simplificado, me hago una configuración quitando a mi rollo las que no me gusten y tan feliz.

Hay que tener en cuenta que Prince, para bien y para mal, es un artista de excesos; y más aún que, después de emanciparse ya nadie controla sus bizarradas y locuras.

Lo que si tengo claro, es que si el sonido de Emancipation -que adolece de ser poco improvisado y electrónico, lo hubiese orientado más en la dirección del impresionante (y me quedo corto) Rainbow children de 2001 -con ese sonido mucho más natural; a día de hoy, estaría poniendo por las nubes este disco.

Lo más destacable de esa época es la valentía al no dejarse mangonear por una multinacional del calibre de Warner bros y querer seguir su propio camino. Hay que tener los huevos muy gordos para renegar de tu nombre y de un sector importante de público con tal de ser libre.

A día de hoy, gracias a su trabajo incansable y el ir a su bola, tiene la reputación de músico legendario bien ganada; y críticos musicales, cantantes y faranduleros le lamen el ojete siempre que pueden.
A él con hacer la música que quiere, actuar donde quiere, publicar con quién le apetece, tener dinerico para comprarse sus ropicas de diseño y petardear con alguna tipa, ya es más que feliz; Y si encima, es con tias veinte años menor que él, mejor. Me resulta curioso que tan testigo de Jehová que es, tan vegetariano, tanto  ir de recto por la vida a estas alturas sin decir palabrotas y tal; el pavo no pone objeciones a eso de ir con tias jóvenes.

En fín, con este tercer post ya he cerrado el círculo con respecto a mi particular visión de éste disco.
                                                               Peace and b wild!

martes, 9 de julio de 2013

Sign of the times

Y pensar que a los 15 el corazón de la portada me parecía una mariconada.
Después de una carrera musical de más de 35 años, más de 1000 canciones compuestas como Prince, con seudónimos como el símbolo, Joey Coco, Jamie Starr, Tora Tora ó Alexander Nevermind. Sus proyectos paralelos con grupos satélite como Madhouse, The Time, Vanity 6, The Family o The New Power Generation. Sus colaboraciones con sus protegidas o amiguetes como The Bangles, Margie Cox, Mavis Staples, George Clinton, No doubt, Chuck D. Ani Difranco, Maceo Parker, Martika, Larry Graham, Vanessa Mae. Unos 40 discos de estudio y una infinidad de bootlegs de sus conciertos y de muchas canciones chorizadas de su famosa bóveda en Paisley park .
Pues a pesar de todo ello y del nivelazo demostrado durante éstas décadas, jamás podrá superar el cénit creativo que alcanzó su carrera musical con éste doble álbum de 1987.
                                                                                                       




Antecedentes:
Prince ya estaba de vuelta del éxito arrollador de Purple Rain. De hecho acababa de darse una buena ostia con una peliculilla en blanco y negro que dirigió y protagonizó en 1986: Under the Cherry Moon.
Podría hacer mucha sangre de la cosa película esa, pero no lo haré por el cojonudo disco (Parade) que tenía el engendro ése como banda sonora. En ella Prince interpreta a un puto prostituto que se enamora de una rica heredera al que finalmente matan para regocijo de la audiencia (una ocasión perfecta para hacer sonar la sobrecogedora Sometimes it snows in April).
Ni que decir tiene que por mucho que se parezca a Cantinflas él tiene de actor lo que yo tengo de votante del PP.

Por aquel entonces la mente del de Minneapolis estaba en estado de gracia y no paraba de componer y grabar en su estudio/mansión y tenía en mente publicar, publicar y publicar discos.
Pero tras el fiasco de Under the cherry moon la "malvada" Warner Bros le cortó las alas con varios proyectos que tenía en mente como Crystal Ball, Dream Factory y Camille.

Prince no tuvo más remedio que fusionar esos tres proyectos en un disco doble dejando temazos fuera como Witness for the prosecution, Train, Crystal Ball, All my dreams o Rebirth of the flesh entre otros muchos que poco a poco hemos podido disfrutar en plan pirata (aunque con sonido chusquero algunas de ellas).



Opinión:
Llamadme purista, pero para mi gusto hay que descubrir éste disco en vinilo con sus letras bien grandes en negro y melocotón (bueno y si me pongo tiquismiquis, teniendo en cuenta su contexto temporal). Nada de mp3, flac o su puta madre mientras haces otras cosas. En todo caso el cd también vale, aunque el artwork no es ni la mitad de bueno que la del vinilo y se escucha muy bajito todo.

Compré el disco éste en 1990 más o menos por la canción U got the look. La percusión que se escucha en el tema se me metió en la cabeza y Sheila E. con la ropa ajustada dándole a los timbales fue una de mis fantasías onanistas de chaval.

Había oído algo de Prince y como todo lector de cómics tenía la bso de Batman y no me parecía un mal disco ( además, considero Batdance una genialidad al alcance de pocos). Lo que pasa es que su pinta de maricona loca y sus grititos me daban bastante asquete. Y es que de entrada la imagen de un tio cantando en falsette y vestido como una locaza no es muy atrayente que digamos.
Un día aparté mi orgullo heterosexual y mis prejuicios de ignorante, me armé de valor y me compré el vinilo en Radio Elche. Eso sí, esperé a que no hubiera mucha gente en el mostrador que pudiera ver que me compraba un disco de Prince y resignado pagué 4.500 pelas de entonces.
Con el tiempo descubrí que salí ganando por que me llevé toda una puta joya que atesoro en mi colección de vinilos.

Nota mental: Recuerdo que más traumático fue comprar el vinilo de Lovesexy poco tiempo después.

Las dieciseis canciones del álbum permiten a Prince bucear en todos los estilos musicales que le obsesionan: pop, rock, soul y funk combinándolo todo con la jodida cabeza de genio loco que tiene el muy cabrón.

Con la primera canción, Sign of the times, el tipo apunta con los sintetizadores y con su guitarra contra todo lo que iba (y sigue yendo) mal en la sociedad y el mundo (desastres naturales, drogadicciones, bandas callejeras, la carrera espacial, el hambre en el mundo, etc...) para pasar de repente al positivismo ingenuo de Play in the sunshine.
Juguetea con el funky y el rap en Housequake. Cuenta una historia intimista sobre una camarera en The ballad of Dorothy Parker (una de mis favoritas). Canta sin ruborizarse que tiene unas ganas de follar tremendas en It. En la preciosa Starfish and cooffe fantasea sobre el almuerzo que lleva en la mochila una compañera del colegio (con esa batería rarufa y que está reproducida del revés)
Se pone meloso y boquerón en Slow Love. Vuelve a ponerse cerdaco con el funk de Hot thing. Y para acabar el primer vinilo le profesa amor eterno a alguna pava en la magnífica Forever in my life (con esos coros geniales adelantados a la voz principal).

El segundo disco abre camino con U got the look: un dueto con un rollete suyo de entonces llamada Shenna Easton. Le sigue If I was your girlfriend: una maravilla en la que Prince adopta su alterego femenino de Camille para cantar ésta canción a su novia (o ex novia de entonces) Sussannah Melvoin. Continúa con la correcta Strange relationship (lástima no haber usado la versión del Dream Factory) y como colofón de la cara A:  I could never take the place of your man, una canción popera con un interludio instrumental de antología.
.

Seguimos en la brecha con The Cross, impresionante canción dedicada a enaltecer el espíritu y a dar fuerzas a las personas decepcionadas con la vida (Profesor Tuba dixit).
La fiesta sigue con It's gonna be a beautiful night, una jam funkera para darse unos bailoteos; grabada en un concierto en Paris y remezclada cojonudamente en estudio.
Y para el final, el pájaro nos deslumbra con Adore, o la canción de amor que todo el mundo quisiera escribir e interpretar cómo él (la puta canción ésta es sublime, por su instrumentalización, por su letra y por su manera de cantarla).

También se estrenó en cines una película/concierto sobre la gira de ese año. Decir que la película esa es cojonuda es quedarse corto.

Pros:
Todo, absolutamente todo.
Contras:
-La masterización a cd no fue muy allá, se oye flojo y no se aprecian todos los detalles sonoros.
-Le vendría de puta madre una edición 25 aniversario con sonido remasterizado, caras B incluidas, versiones alternativas y extendidas, un libreto con explicaciones de los ingenieros de sonido, amiguetes, músicos y polladas variadas.
-Podía haber dejado fuera It y haber colocado Crystal Ball en la configuración final.


Como bonus enlazo a la actuación de los grammy o lo que sea de ese año con una versión en vivo de Sign of the times y Play in the sunshine impresionantes, sobre todo la primera.

                                                                 Hala. Hasta otra!!!!

viernes, 31 de mayo de 2013

Dreamer

No hay palabras suficientes.
Hoy me apetece compartir una canción que me enganchó desde la primera escucha en 2009.
El tema es un híbrido entre Voodoo Child de Jimmy Hendrix y Whole lotta love de Led Zeppelin.
Aborda uno de esos temas que más me molan a mí: el racismo.
Prince recuerda en ésta canción el asesinato de Martin Luther King Jr. y además lo sazona con un pequeño toque conspiranoico utilizando la referencia a la teoría esa de las estelas químicas.
Cuelgo por aquí la versión de estudio de Lotusflower y una versión en directo en el programa de Jay Leno con tres pesos pesados de su banda, New Power Generation: Michael B. Sonny T. y Mr Hayes.... bueno, y el tipo ése de la armónica con chaqueta hortera.
Ni que decir tiene que la versión en vivo con la Fender Stratocaster esa tan chula es una jodida bestialidad. Una vez más el tipo éste nos demuestra que es el heredero natural a la guitarra de Jimmy Hendrix, por encima de muchos otros que van de guitar heroes por la vida.






Soñador.
Nací y crecí en una plantación de esclavos,
en los Estados Unidos del rojo, blanco y azul.
Nunca supe que era diferente hasta que ví
al Dr. King en el balcón
agonizando sobre un charco de sangre.
Esperaba tanto de una cariñosa,
de una cariñosa sociedad
Una verdadera explicación, ¿Y sabes que?
Obtuve otra, otra conspiración.

Y si fue sólo un sueño, escucha, llámadme, llámadme soñador también.

Con más reconocimientos y recompensas, que nadie antes y después.
Siglo XXI, oh que vergüenza, que vergüenza.
La raza, la raza sigue importando.
¿Una raza para qué?, ¿Y adonde vamos?
Estamos todos en el mismo bote, pero sólo yo estoy remando.

La última vez que lo comprobé, tú estabas durmiendo, pero puedes llamarme soñador también.
(¿Que pasa con esto?)


Lógica de mantequilla de cacahuete, servida sobre una capa de mentiras.
No te desanimes tan fácilmente, cuando veas a tu padre llorar.
¿Nunca has apretado con fuerza el volante de tu coche mientras conducías por la noche
rezando para que la policía pasase de largo?
Cuando los helicópteros nos sobrevuelan, es cuando ésta teoría se vuelve más profunda,
pienso que rocían la ciudad con químicos,
mientras dormimos.

Vamos, sigo despierto
pero puedes llamarme soñador también.
(Ahhh, tengo un ojo abierto por estos demonios)
(despierta, despierta...)
(comprometo mi lealtad a...)

Saludos!!!


viernes, 19 de abril de 2013

Mplsound, una broma de mal gusto.

¡Que alguien le quite el photoshop a Prince!

Aún a riesgo de poner mi frágil salud mental en juego voy a sumergirme en éste posteo en una de las decepciones musicales más profundas que sufrí en 2009 de las manos del testigo de Jehová antes conocido como el artista antes conocido como Prince (se me entiende, ¿no?).
Antes de meterle cera al álbum en cuestión, para ser justo y ecuánime, y de paso salvarme el culo ante algún fanboy o fangirl que pueda leer ésto, admiro profundamente la errática forma de llevar sus negocios pasando de modas, imposiciones de la industria musical mafiosa y el que dirán de un público cada vez más tonto (ahí me incluyo yo también, ojo) su capacidad sobrehumana de composición en casi todos los estilos musicales habidos y por haber, y su estilo entre gay-hortera, chuloputas y gentleman.

Además, en casi todas las canciones del nano por muy regulera o chunga que sea, siempre hay algún destello de genialidad, aunque se trate de un efímero momento con la guitarra, unos teclados sabiamente incorporados, un extracto de línea de bajo aislado ó algún detalle de ingeniería de sonido.

Pero ya está bien de alabanzas, leches. He hecho ésta entrada para poner a parir un disco suyo y ahora no me voy a rajar.

Mplsound, es un disco creado con la cabeza centrada en el pasado, concretamente hacia lo que los enteradillos críticos musicales yankis llamaron "el sonido minneapolis" del que el nano fue el precursor y grupos paralelos a él (o directamente dirigidos desde la sombra por él mismo) dieron difusión en los 80 por lo EE.UU.

El albúm en realidad es parte de una trilogía distribuido a través de una cadena comercial yanki llamada Target (una cadena de hipermercados al estilo del Corte Inglés) a un precio más que aceptable (al cambio venía a costar por los diez euros creo recordar)

Mplsound, que es el que nos ocupa, está compuesto y basado en su mayor parte sobre sonidos electrónicos y funk blandico.
Lotusflower, es el que da título al pack y está más orientado a canciones compuestas con la guitarra eléctrica; que por cierto vaya discazo, con temazos como Boom!, un cover (fusionado en parte con Wild Thing) de Crimson and Clover con un sólo de guitarra final asesino, la hendrixiana Colonized mind, el "crossover" entre Hendrix y Led Zeppelin llamado Dreamer, 4everWall of Berlín, Money... y así el resto del cd)
Y por último Elixer, un disco concebido para su "amiguita" Bria Valente en el que la chica no lo hace mal del todo, sobretodo gracias a la producción y composición de Prince: Another boy, Home, Kept Woman, alguna más que me dejo por ahí y el dueto con su rollete en Elixer se pueden disfrutar bastante.

Bueno, como era de esperar en Prince, la horterada número uno viene de la mano de esa portada horrenda. Con esa medusa/bola de discoteca de espejitos, el pajarraco con cabeza de micrófono en una esquinica, un teclado integrado en un paisaje metropolitano y demás detalles photoshopeados.
Lo único medio decente es la guitarra con el título escrito en el mástil y las roquicas del primer plano.
Una cutrada para mi gusto, y cuidao que la portada del Lotusflower también se las trae.

Prince con su camiseta del Pont Aeri.
Para hacer el post más vivo, voy a hacer la escucha en tiempo real. Quiero decir, que iré escribiendo al mismo tiempo en que voy escuchando haciendo paradas para poder poner en orden alguna sensación o lo que surja  mientras me sacrifico por todos vosotros.

De acuerdo entonces, voy a volver loco al vecindario poniendo el disco a todo trapo. Menos mal que mis vecinos están acostumbrados a mi afición de escuchar música como si fuese sordo. Benditos sean, que paciencia infinita me demuestran.
Oigamos a ver que tal le han sentado los años a la cosa ésta.

(There'll never b) Another like me.
Oye, pues de entrada el ritmillo mola. Mucho rollo electrónico negro. Quizá eso de llamar al título "no habrá otro como yo" sea pasarse de chulo pero bueno... esa batería programada me recuerda un poco a algunas cosas suyas de mediados de los ochenta y tiene su molonidad.
Hmmm, el tema se ve muy lastrado por la duración de la canción, ya que pasados los tres minutos la cosa empieza a repetirse cosa mala.
Bueno va, recordaba este tema más cutrongo y no me desagrada del todo. Pero no cantemos victoria, eso de disfrazar la voz en algunas ocasiones con pro tools, cubase o lo que sea no me mola y una versión editada le vendría de puta madre (seis minutos son demasiados para ésto).
Raspadete justo.

Chocolate Box.
Mare mía! ¿Que cojones es esto? ¿ Un descarte de Britney Spears?
Hay algo que no me asquea del todo de ésta canción, pero hay muchos sonidos electrónicos que me revuelven el estómago cosa mala, además canta otra vez con el pro tools ese pero abusando de más y el estribillo parece un trabalenguas ridículo.
En fín, al menos tiene un solo de guitarra pasada por mil filtros que suena muy cibernética y mola mil + 1, eso sí, bien pasados los cinco minutos y pico de suplicio y es tan breve que no compensa tanto dolor de cabeza.
Venga va! Que termine éste despropósito por favor.
Largo, pesao y repetitivo. Mal Prince, mal :(

Dance 4 me.
I like it when u dance 4 me... Halleluyah!! jajajajaja, que forma de empezar la cosa más horrenda.
La programación rítmica es parecida a la primera canción y está acompañada por una guitarrica muy rollo Prince repetida todo el rato, suena a canción para que alguna chavala se ponga a moverse cuál víbora a punto de atacar o algo así.
También es un poco larga la cosa, y es que eso de saber que eres bueno es muy malo para el autocontrol. Debería sacar unas tijeras bien afiladas para poner un poco de orden y centrarse un poco más.
Regulera ,y sólo por que como fan del tipo que soy entro fácil en sus movidas.

U're gonna see me.
Oooooohhhh!! Había olvidado la reinterpretación de ésta canción de 2002, aunque en vez de estar interpretada solamente a piano, ha remezclado el tema brutalmente bien.
Cantada en el típico falsette marca Prince, no suena nada mal. Quizá algún@ pobre diabl@ que haya roto con su novi@ se ponga a llorar por el exceso de azúcar que destila todo el minutaje.
Personalmente como en el plano afectivo estoy la mar de bien, me mola y me imagino teniendo alguna velada  romántica (o haciendo otras cosas) escuchando ésto con una que yo me sé.
Mierda. Me gusta más de lo que recordaba. Soy un blandengue. XD

Here.
Vaya, otra sorpresa! Un fraseo de guitarra acústica y unas pinceladicas de sintes aquí y allá unidos a una voz al natural sin gilipolleces electrónicas de por medio.
Eso hace bastante agradable ésta canción y la letra evoca a la inseguridad de abrirse a una relación por miedo a acabar jodido.
Quizá sea el tema que más me gusta del disco...pero sin llegar a volverme loco.

Valentina.
Espera, espera. ¿ Qué mierda de sonido es éste? ¿ Y esos sintes horteras que hacen por ahí?
Al menos, el momento de guitarra latino es lo único que salvo de la quema.
Como siempre cuando Prince saca su alma latina en los solos me trae a la cabeza a Carlos Santana y eso siempre es bueno.
Por lo visto la canción está dedicada a Valentina, la hija de Salma Hayek, que es amigueta suya e incluso ella le dirigió el vídeo de Te Amo Corazón (a pesar del infame título, la canción con su rollo cercano a la bossanova está bastante bien).
En fín, no me dice nada bueno ésta cosa. Quizá machacada en directo y orientada en un tono rock-latino sin sonidos raros (algo tipo a Damned If i do) podría hacerla aceptable.

Better with time.
Otro momento baladica cansina. Si no existieran canciones como Scandalous, Adore, Insatiable, Do me Baby o cuarenta más similares, quizá me gustaría para algún momento íntimo y tal.
Otro intento de epicidad fallido con mucha fanfarria cerca del final que a mi parecer no da la talla.
¡Hala, Prince! A la próxima espero que consigas moverme algo por dentro que me he quedado frio, frio.

Old School company.
Mismo rollo de batería programada, con unos sintes marcando el hilo conductor musical, guitarrica Prince repetida todo el rato, voz al estilo Camille (un alter-ego de Prince, identificado por una aceleración de la voz haciéndola más aguda), electrónica por todas partes y un solo de guitarra al final del mismo palo que en Chocolate Box, aunque más largo y saturado de efectos de última generación.
Me recuerda a un buen puñado de canciones mejores, pero en éste caso el tema se queda en intrascendente y gracias.

No more candy 4 u.
Me recuerda poderosamente a un hijo bastardo de un par de temas antiguos sólo que ésta mierda no tiene mucha gracia para mí.
Sonido retro y que no me hace querer repetir la experiencia en un futuro inmediato.
A su favor he de admitir que después de ver una versión en vivo de ésta canción sonaba mucho mejor que aquí. Me reafirmo en el hecho de que el Prince en directo le da mil y una ostias al Prince de estudio en muchas ocasiones.
Otro dato de rumorología, se decía que la canción estaba dedicado a los fans que piratean sus cds y  sus outtakes no publicados (coff, coff).

¿A éstos se les ha muerto el gato o algo?
Conclusión:
Bueeeno, quizá haya exagerado un poco con el título del posteo, pero es que me he basado en lo que sentí al escucharlo por primera vez.
Tras disfrutar el otro cd (lotusflower) cual gorrino en su charca y darle escuchas cada dos por tres desde entonces, encontrarme con ésto me dió un bajonazo y un cabreo de órdago. Me imaginaba a Prince en un jacuzzi lleno de billetes y mujeres partíendose de risa como Vincent Price en Thriller.

Ahora con los ánimos más calmados (y algunas chustas de temas que ha sacado por internet que hacen buenos a mucha morralla de aquí) no me parece tan malo como para mandarlo a la quema. Simplemente está a bastante distancia de lo que yo considero un "standard de calidad" en Prince, pero por supuesto puede mirar por encima a cualquier disco bueno (si lo tienen) de Coldplay, Black Eyed Peas, Bon Jovi, Rihanna o cualquier mierda de moda que pongan en los 40 criminales.
Mis neuras hacia éste disco vienen más por que el Prince que me gusta, el que hace rock, funk, soul, jazz-funk y lo mezcla todo desde sus raíces negras, blancas, indias y las que tenga más, aquí apenas aparece.

En fín, por ponerle nota al disco yo le casco un cuatro (en una escala de diez) y sólo por el mérito que tiene el centrar sus esfuerzos en investigar por diferentes terrenos y no limitarse a repetirse una y otra vez (os miro a vosotros U2), aunque aquí estén sus tics, fraseos y sonidos tan típicos de él.

Hala, hasta aquí he llegado, chao.







martes, 18 de diciembre de 2012

Prince: The Rainbow Children

Hasta la portada es perfecta
Ya tocaba hacer otra reseña musical y que mejor que con Prince, uno de mis padres espirituales.
Su actitud chulesca y extraña, sus trajes horteras a medio camino entre un proxeneta y un mariquita salido del Love gay parade que sirven como, su símbolo, "cuartel general (su estudio/mansión Paisley Park), su archienemigo (encarnado en Warner Bros), y la cantidad de amigas/compañeras/amantes/novias que han pasado por sus manos lo avalan como todo un personaje digno de formar parte de la alineación aquella rara del X-Force de Peter Milligan y Mike Allred.



Sería más facil reseñar alguna de sus obras maestras de los 80 (1999, Purple Rain, Sign of the times, Around the world in a day o Parade) pero esos discos están más que alabados entre el fándom y hay reseñas a punta pala por ahí, así que voy a intentar analizar la que para mí es su última obra maestra. Odiada por algunos fanboys mierdosos (que os jodan!) y alabada por otros muchos con mejor gusto y criterio entre los que, por supuesto, me incluyo, tengo el placer de escribir de The Rainbow children.



Tras varios desacuerdos entre el pequeño y los directivos de la discográfica que culminaron en 1993, principalmente causados por su incontinencia creativa y desacuerdos sobre la pertenencia de los masters de edición de sus discos, decide cambiar su nombre por un símbolo raro ya que como contratado por Warner Bros no podía editar material por su cuenta con el nombre de Prince sin encontrarse con alguna demanda por incumplimiento de contrato.
Hasta el año 2000 estaba obligado a seguir publicando discos con ellos, a veces les entregaba auténticas maravillas como The Gold Experience en 1995 o verdaderos "venenos comerciales" como Chaos and Disorder de 1996.
Este último supuso todo un "que se jodan" a las listas de ventas y un suicidio comercial en toda regla. Con ésto no quiero decir que éste disco no me guste: al contrario, me encanta.

Al mismo tiempo publicaba sus cosillas bajo la identidad del "símbolo":
el triple Emancipation (1996) con Emi, el cuádruple o quíntuple (dependiendo de la versión) Crystal Ball/The Truth/Kamasutra (1997) a través de internet ó New Power soul (1998) y Rave Un2 the Joy fantastic (1999) ambos con Arista records y su propio sello NPG recods.

Pues bien, entre la muerte de su hijo en 1996, su divorcio de Mayte Garcia en 1999  (de la que estaba empalagósamente enamorado como se entrevee por el exceso de azúcar en todo el Emancipation) y la muerte de sus padres (muy cercanas temporalmente la una de la otra), se convierte a la fé de los testigos de Jehová. Se casa por segunda vez con una tal Manuela Testolini (de la que se divorció en 2006) y libre al fin de su contrato con Warner abandona su alter-ego simbólico y recupera su nombre de nacimiento.

En esa tesitura, en el año 2001 el tipo se siente en una especie de nueva onda mística y musical y así encara éste nuevo disco de estudio.
La historia subyacente en el álbum me pareció tan sumamente aleccionadora de los valores que le impera su nueva religión que la he borrado de mi mente (por salud mental más que nada).

Trata sobre los niños del arco iris, una especie de tribu que viven bajo la ley de Dios, a los que éste les da un paraíso y no sé que más rollos. Sin llegar a entrar en los entresijos de la historia, sólo recuerdo que es una comida de cabeza impresionante con fuertes similitudes bíblicas y "Jehovanianas".
La historia ésta hace de hilo conductor entre los temas del disco con un Prince relatándola durante toda la grabación con la voz ralentizada, a mi parecer, inspirada en Parliament/Funkadelic.
Versión en LP,¿A alguien le sobra uno?
Rainbow children:
Es el primer tema, en el que la narración de la historia es la propia letra. La música tiene un alma jazz con unos muy inspirados riffs de guitarra y un coro femenino repitiendo entre otras frases:
"Como el Sol,los hijos del Arco Iris se alzan,volando en alas de la nueva traducción.Míralos volar alto"
(Se os ve el plumero testigos de Jehová!!!).
Como detalle friki, también aprovecha alguna frase de Sexuality...Spirituality (cambió el título de esa canción de 1981 por convicciones religiosas).
La canción avanza hasta convertirse en un rollo gospel muy bien llevado terminando con una parte instrumental (precursora de su estupendo instrumental N.E.W.S del 2003).
Buen comienzo para el amigo con un tema que tras cada escucha descubres un nuevo sonido en el que no reparaste antes y agranda la canción (como en toda buena canción de Prince)

Muse 2 the Pharaoh:
La cosa continúa con una cancioncica un poco más lenta cercana al R&B, destaca el teclado tocado por Prince que junto a una sensual batería  marca la cadencia del tema.
La voz esa ralentizada solo aparece en la presentación de la canción predominando la voz al natural del nano.
El tema trata sobre una mujer que "Si fuese la musa del faraón, algún día podría llegar a ser la reina".

La letra juega con dobles sentidos, cosas abstractas y yo que sé que más.
A pesar de haberla traducido no tiene demasiado sentido todo el batiburrillo de versos aparentemente inconexos.
Hacia la mitad de canción, el tema "rompe" y el fraseo se convierte en un"rap"haciendo referencias raras tipo:
 "...si el número trece es un numero con tan mala suerte,cuando la suerte misma no existe.."
"Mantente ocupado porque cuando el diablo venga, vendrá disfrazado de luz". 
"Como un ladrón en la noche mi Señor llega y ataca. Dejando nada más que cenizas a la izquierda y polvo a la derecha".

El tema termina dejando un buen gusto al oído (la versión en directo suena mucho más funkera sobre todo al final) y nos encaminamos al tercer corte...

Digital Garden:
Con el tercer tema empezamos con el primer experimento raro e ida de cabeza oficial del disco.
Un crepitar de percusión rollo tribal africano y unas notas a la guitarra bastan para dar la bienvenida a la cosa rara ésta.
La letra habla de esos hijos del arco iris (se supone que nosotros como oyentes lo somos también), que sienten el amor de Dios por aquí y por allá...o no sé muy bien que mierda (esto es representado con riffs de guitarra que escuchamos de improviso rellenando el fondo de la canción de forma muy curiosa).
En fín, como es habitual, la canción evoluciona cuando nuestro colega pide a los hijos del arco iris "que se levanten y luchen por la vida eterna" mientras un coro y la voz rara acompaña.
Pronto otro giro convierte la canción en una orgía de guitarras eléctricas supersaturadas representando la destrucción por parte de otra tribu del jardín digital donde viven los rainbow chidren estos.
Termina todo ello con la guitarra ecualizada como si una moto recorriera nuestra cabeza y el narrador continúa soltando el rollo.

Hay que reconocer que si antes él era muy bueno a la guitarra, aquí se nota una mejoría impresionante.
Canción muy rarufa y curiosa. Que está bien recordar que por muy genio que pueda ser Prince, siempre la puede liar en menos de nada...y ésta vez ha estado cerca de caerse con todo el equipo.

The Work pt. 1:
Olé y olé.
Aquí se resarze de la locura anterior.
En su momento distribuida gratuitamente a través de Napster (que tiempos aquellos!!) es un tema que nos retrotrae a su lado más James Brown (una de sus muchas influencias musicales).
Con un ritmo endiabladamente bueno que te hace bailar con solo los primeros compases (si se tiene un alma bailonga, claro).
Especial atención a la sección de vientos (con Maceo Parker por ahí) y al bajo de su coleguita Larry Graham (ex miembro de Sly ad the Family Stone).
Impresionante tema....y me quedo corto.

Everywhere:
Pasamos a un tema menor del disco en el que habla de el lugar dónde encontrar el paraíso...en cualquier sitio si se cree en Dios (básicamente es el sentimiento del tema).
Casi toda cantada a dúo con una muchacha (que no sé quién es) y un trabajo a la batería cojonudo por parte de John Blackwell.
Se hace cortito con sus apenas tres minutos de duración. Agradable y curioso a la vez.

The Sensual Everafter:
Un instrumental fantástico, y como dice el título especial para algún momento tórrido. Un buen trabajo de Prince a la guitarra y al bajo que junto a la percusión (no sé si es suya o de Blackwell) consigue poner en algún momento la carne de gallina.

Mellow:
Con esta canción bastante correcta consigue aburrirme soberanamente, aunque reconozco que quizá el problema sea mío. No consigo conectar con este tema por mucho que me lo proponga.
Lentorro, cansino y con un tono que no me mola nada.
Lo pasaré por alto pero para mí es un FAIL muy gordo.

1+1+1 is 3:
Al leer en el libreto del cd el título de ésta canción pensé por un momento que era una canción guarra sobre algún trio.
En realidad no andaba desencaminado, es un trio con Dios por medio.
Explica que en su relación con la mujer que quiera estar con él tiene que haber un lugar para Dios (con un orden teocrático por medio además).
Prince se autoplagia en este corte funkero, ya que el riff de guitarra recuerda mucho a Erotic City de 1984 (una de sus mejores caras B).
Esta versión de estudio es casi perfecta, aunque mejora muy mucho en su versión en vivo convirtiendo el escenario en una gran jam bailonga.

Deconstruction:
No es un tema en sí, si no un extracto instrumental new age que sigue relatando la historia de marras y da paso a...

Wedding Feast:
Un chiste de canción (si se puede llamar así) en el que intenta recrear una pequeña pieza tipo corte Luis XIV o algo así.
Digo lo de chiste por que se oye a Prince reirse al final (imagino que riéndose del oyente por hacerle la putada de poner ésto ahí enmedio)

She Loves me 4 me:
Y con esta canción retomamos vuelo. Dedicada a su mujer Manuela, declarando su amor hacia ella y lo muy a gusto que se encuentra a su lado.
Muy buena instrumentalización y muy bonitos versos para el momento romanticón del disco (sin llegar a la ñoñería del todo).

Family Name:
Con Family Name abrimos el triunfal fin de disco. Desde hacía mucho no le escuchaba un cierre de álbum tan brutal como éste.
Una introducción de cerca de dos minutos y medio recrea una visita a unas instalaciones futuristas para conocer nuestro pasado racial. Una robótica voz femenina nos explica la falacia de separar a la gente en razas entre varias ideas y conceptos bastante interesantes también.
Pronto somos transportados a unos mercados de esclavos (de esos que les molaba a los blancos en el siglo XVII y XVIII) y somos testigos sonoros de como a un pobre negro llamado Abu Cah  le es arrebatado su nombre por un negrero (y con él su identidad como ser humano) y es rebautizado como Tom Lynch.

Tras esto la canción propiamente dicha empieza con Prince cantando en falsette casi todo el tiempo.
Como se deja bastante claro al principio una de las temáticas trata sobre la pérdida del "nombre familiar", y por tanto de la identidad de los esclavos llevados al nuevo mundo, pero también hay sitio para más cosas (los líderes religiosos cegados por el dinero, la enseñanza manipulada, etc...)
Muy buena letra donde mete pullitas al pasado y presente norteamericano:

"¿Realmente llegamos en un barco?¿Realmente tomamos ese camino?¿O llegamos aquí por tí para arruinarte el dia de acción de gracias?"

La canción es rematada con la parte final del famoso discurso de Martin Luther King en Washington.
Excelente interpretación vocal para un tema muy denso

The Everlasting Now:
De nuevo el Prince más funkero hace presencia en un tema que hace bailar al más parado.
Incluye un cambio de tercio muy rollo latino recordando en algún aspecto al Santana setentero (otro de sus ídolos).
Es una de esas canciones que nos recuerda que Prince pese a sus muchos defectos es un incansable creador y fusionador de estilos musicales en principio dispares.

Last December:
Se puede decir que éste es el Purple Rain del disco ya que el sentimiento de interpretación perfecta se puede aplicar a esta canción. Lentita al principio va ganando fuerza a medida que avanza el minutaje.
Hay una especie de sentimiento de tristeza en esta canción:

"Si llegara tu último diciembre. ¿Alguien te recordaría? ¿Te mantuviste firme? ¿O caíste? ¿Lo diste todo?"

Más o menos como si de una nota de despedida, aunque pronto ese sentimiento que desprende el primer verso es sustituido por un claro estribillo de fortaleza:

"En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo. Necesitamos ir juntos, ir juntos como uno solo".

El crescendo del tema llega con un medio tiempo macarrufo con un trabajo a la guitarra antológico para terminar con el verso final reiterando la idea de que no estamos solos en este viaje llamado vida.
El sentido de unirse todos para formar un todo es la base subyacente de el tema, todo envuelto en un rollo de rock cristiano y  muy espiritual.
Tras la escucha uno no puede dejar de preguntarse:
¿Que le ha pasado a Prince? ¡¡¡Joder, que me lo ha cambiao el Jehová ese!!!
Pero da igual, la calidad de la canción y la épica que desprende es lo que importa.


En definitiva, el nuevo milenio empezó muy bien para Prince y continuó mejor con la impresionante gira One Nite Alone (2002-2003), en la que decía que tocaría sus éxitos por última vez (jaojaojao, que me da la risa) y trabajos experimentales como el jazzístico Xpectation (2000), el agradable One night Alone al piano (2002) y  la fusión jazz-funk en N.e.w.s (2003).

Por desgracia  a mi modo de ver, después de arrasar en los estados unidos con Musicólogy (2004) y su gira correspondiente se dedicó al camino facil de contentar al público con cierto enfoque comercial, con el mencionado Musicólogy y 3121 (2006).

Además, desde que ingresara en el Salón de la fama del Rock and Roll en 2004 (cojonudo el puñetazo en la mesa que se marcó aquí), se le considerara entre los diez mejores guitarristas actuales (según la revista Time) y la prensa musical especializada le lamiera los huevos, le ha hecho instalarse en la vagancia creativa, aunque de vez en cuando salga con alguna cosa más interesante (Lotusflower, 2009) y otras buenas ideas mal llevadas a cabo,como su regreso al "sonido Minneapolis" de sus primeros discos con el disco medio regalado 20ten (2010).

Aún así espero que vuelva a sorprenderme y que no se limite a discos correctos con joyazas dispersas, pero el rollete que se lleva ultimente con su folla/amiga Andy Allo lo está convirtiendo en un soso impresionante.

Hala, un saludo y hasta otra!!