martes, 15 de enero de 2019

Prince. 1999 (1982)


Prince crea una auténtica biblia negra del funk convirtiendo este doble disco en lo que para mí es su primera obra maestra.
Esta vez deja en un segundo plano las guitarras para apostar por la electrónica con la Linn L1M como hilo conductor e imagina el último año del milenio dieciseis años antes.

El disco está producido, arreglado, compuesto e interpretado por Prince con la ayuda en algunas canciones de una primigenia The Revolution, la banda que le acompañará durante los siguientes cuatro años.
Las canciones giran en torno al miedo a un holocausto nuclear; a relaciones esporádicas en un pequeño corvette rojo o con una taxista para pagar la carrera; a la libertad de ser libre; al sexo libre como si estuvieras casado, en como puedes sentirte en la gran ciudad bailando como te de la gana; en la sensación de estar enamorado o en el fiesteo puro y duro.
El disco es bastante extraño tras una primera escucha y es necesario asimilarlo y entrar en su universo para disfrutarlo de verdad...y una vez que haces encajar las piezas o el hímen de tu oído se rompe descubres porque el cabronazo era un genio.

La portada tiene muchas curiosidades; unas ocultas y otras más evidentes como el pene  que hace las veces del uno de 1999 o una vagina escondida en la esquina izquierda en la "e" de Prince, o una guitarra surgiendo del Infierno que intenta llegar a un brazo que se extiende desde el Cielo...en fín, hay muchos detallicos más que no voy a desgranar aquí (y tampoco los sé interpretar todos). También es la primera vez que el color púrpura se convierte en icónico. Está  presente tanto en la mencionada portada como en la clásica gabardina púrpura que llevaba en vídeos y conciertos de la etapa.

Como dijo David Bowie en una entrevista: 'Los ochenta fueron de Prince'.
 Y "1999" marca el inicio de esa etapa creativa insuperable que se alargará hasta "Lovesexy" en 1988.

Lo mejor: 1999, Little red corvette, DMSR, All the critics love u in NY, Something in the water, Lady cab driver, Delirious, Free....y en menor medida Automatic, Let's pretend were married, International lover...vamos, todo el puto disco.
La producción es fantástica y aún hoy, habiendo escuchado el disco mil veces, descubro nuevos ritmos y sonidos que no sabía que estaban ahí (aunque eso es algo habitual en su discografía).

Lo peor: la dichosa megalomanía de Prince de alargar algunos temas haciéndose un poco cargante en "Automatic" o "Let's pretend we're married".
Que Prince fuese tan dejao y no permitiera a Warner una edición especial remasterizada con versiones alternativas, extendidas o caras B.
Que se quedaran fuera algunos temas que aún hoy siguen inéditos  "oficialmente".

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